sábado, 20 de agosto de 2011

La sinrazón de algunos gays contra el Papa: ¿Estamos locos o qué?



Estaba intentando recordar algún acto de sabotaje por parte de algún católico a algún evento gay, tipo las fiestas del orgullo y no recuerdo ninguno (si saben de alguno, por favor, háganmelo saber porque estoy a años luz de ser infalible). Sin embargo sí recuerdo unas lesbianas entrando en pelotas de cintura para arriba en una iglesia en un campus de Madrid no hace mucho.
Un acto que roza lo ridículo, lo absurso y desde luego lo soez, irreverente e irrespetuoso.
Soy de las que creen firmemente en la libertad de expresión en el más amplio sentido de la palabra y de la misma manera que defiendo que los colectivos gays se explayen en sus púlpitos y celebren sus fiestas conmemorando lo suyo, pido lo propio para los demás.
Dicen los gays que el Papa les ofende pero no tienen razón. Como tampoco tienen razón aquellos católicos que aseguran que los gays les ofenden.
Ambos se sienten ofendidos por sus visiones antagónicas que tienen de la familia. Pero creo yo que es una pérdida de tiempo pretender convencer al otro. Lo que bastaría para vivir en paz es que los gays pasen de lo que la Iglesia dice y al contrario, lo mismo.

Digo que no tienen razón y me explico. Cuando alguien opina sobre otro está ejerciendo, en primer lugar, su libertad de expresión. Si yo, por poner un ejemplo, considero aberrante la unión sexual de dos hombres estoy en mi pleno derecho de decirlo y expresarlo.
A lo que no tengo derecho es a violar los derechos de los gays, ni a menospreciarlos, ni a sovacar sus derechos fundamentales pero sí puedo expresar libremente lo que me parece. ¡Sólo faltaría!
Ellos, los gays, mejor que nadie saben y conocen lo que es no poder expresar su intimidad y forma de vida, por eso no entiendo que monten en cólera contra la Iglesia, contra el Papa y contra los que lo siguen.
¿Qué es lo que quieren? ¿Desean que el Papa no hable? ¿Desean que los católicos no puedan reunirse en Cuatro Vientos? ¿Desean que sea prohibida la religión y perseguidos y castigados con cárcel los que la practican? ¿Qué es lo que quieren exactamente? ¿Desean libertad para ellos o para todos? ¿Pueden ellos decir lo que quieran y los demás no? ¿Qué calse de libertad es esa?

Los gays tiene todos los derechos del mundo, incluido el de la manifestación. Pero exactamente ¿Qué pretenden reivindicar con sus protestas en esta visita? Porque los derechos que buscan ya los tienen dados y en caso de no tenerlos no sería la Iglesia quién se los tendría que otorgar sino el Estado.

¿Qué sucedería si cada vez que ellos celebrasen su semana del orgullo manadas de católicos venidos de todas partes se dedicasen a boicotear sus actos?
Yo les digo lo que sucedería. Se sentirían desprotegidos, víctimas de un sistema que no les comprende, de un Estado represor aliado con la Iglesia, saldrían a la luz las terribles palabras de inquisición, caverna, retrógrados... se armaría la de dios (nunca mejor dicho) porque ellos (los que hacen ruido, no todos) se creen intocables, elegidos por la mano divina para ser los que dirigen el cotarro pero olvidan lo principal: la libertad que es inherente a TODOS.

Yo soy católica. Y además practicante. Y además tolerante con mis amigos gays que son muchos. Jamás de los jamases se me ocurriría meterme en nada que concierna a su vida íntma, espiritual, de lo que sea. Y cierto es que, al menos los que son mis amigos jamás me han dicho nada de mis creencias.

Dicen los gays que el Papa habla sobre ellos. Y los gays del Papa. Y yo les digo que el Papa puede decir lo que le dé la real gana. Igual que ellos porque en un estado de derecho somos todos ciudadanos libres con idénticos derechos y obligaciones. Y que, en cualquier caso, habla para los creyentes.
Lo que el Papa dice va a misa pero no a los tribunales (gracias a Dios) así que diga lo que diga los principios fundamentales empezando por la libertad sexual están garantizados para todo el mundo (inlcuidos los católicos)

Ya estamos más que hartos de que se crean siempre los protagonistas de la vida civil, social y hasta religiosa de este país. Aquí somos muchos y toca convivir. Si eres gay y te molesta que venga el Papa lo puedo entender ahora no entiendo bien que se cree una plataforma anti Papa para boicotear su visita. Ya son ganas de molestar al personal. ¿Por qué lo hacen cuando ellos piden tanto respeto reverencial para sí mismos? ¿Acaso son ellos diferentes de los demás? ¿Son seres humanos especiales?

Luego está la parte económica que siempre es la que más duele. A todos, ahí somos todos iguales. Nos molesta siempre y cuando se gasta en el contrario o en el que tenemos manía, más. Hoy ha dicho José Blanco que no le va a costar un euro al contribuyente. Pero seguro que la policía sí, pero la policía también se usa cada fin de semana para el fútbol y no todos vamos al estadio y la policía también se ha usado con los indignados y cuando se organiza el orgullo. La policía está para velar por la seguridad de los ciudadanos, de todos, da igual que se pongan una casulla que que se pongan un tutú y se suban en pelotas a bailar en una carroza. Este país, afortunadamente no hace distinciones.

Y los beneficios, que esto nos viene muy bien a todos. Se calcula que vendrán un millón de visitantes que permanecerán en Madrid al menos cuatro días. Saquen ustedes la calculadora y pongan como mínimo un gasto de 20 euros diaros (tirando por lo bajo) y multipliquen el dinero que se queda en Madrid gracias a esta jornada. No es ideología, son matemáticas. Me sale en la calculadora 80 millones de euros pero seguro que es más.

Y, por supuesto no puedo dejar de comentar la parte social del evento y compararla con la parte lúdica de los coletivos gays que tanto la critican.
Del lado de la JMJ lo que verá usted son jóvenes guitarra en mano que puede que le recuerden a los jóvenes de las películas de Marisol, incluso les podrán parecer cursis hasta la médula. No lo niego.
Pero recuerde el testimonio de esta señora vecina de Chueca y me lo compara después:
"Salí de casa a las 8 y media de la mañana con mi hija de 5 años, después de que ninguna de las dos pegara ojo en toda la noche. Tuve que abrirme paso en el portal entre vomitonas, excrementos, condones usados y una pareja practicando sexo sin tapujos" Vamos, que es lo mismo que ver a alguien rezando.

Gema Lendoiro

Ciao.

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