viernes, 16 de septiembre de 2011

La libertad ¿Es peligrosa?


Andamos presumiendo siempre de que somos personas libres, y que Dios nos ha creado libres para tomar nuestras propias decisiones. Siempre hablamos de lo buena que es la libertad, para el buen desarrollo de la persona, pero también vemos como la libertad en muchos de los casos nos conduce y conduce a las personas a cometer atrocidades, en nombre de esa misma libertad que por ley nos ha sido dada. Entonces yo me pregunto ¿Es peligrosa la libertad?

Debemos matizar: La libertad es peligrosa si anda sola y, por eso, no podemos desvincularla del resto de valores humanos que debemos transmitir a nuestros hijos y que se supone que nosotros ya los sentimos y vivimos.

Si apostamos por educar en la libertad como valor único o valor supremo de la escala de valores, puede ser que consigamos formar a un ser antisocial, incapaz de convivir con otras personas libres. La hipertrofia de cualquier valor es perjudicial, pero la hipertrofia de la libertad es la peor.

Debemos admitir que una persona libre crea más problemas a sus educadores que una marioneta a sus manipuladores.
Si los padres queremos formar a seres libres (y, en principio, nadie debería desear lo contrario), tenemos que aceptar el riesgo de que "salgan libres", en el sentido que puede ser que piensen distinto de nosotros, que su escala de valores sea otra o que sus ideales no concuerden con los nuestros.

Enseñar a ser libre es también enseñar a dudar, a aceptar el error, a no extrañarse de haberse equivocado, a aceptar las consecuencias de las propias decisiones, a saber corregirlas cuando haga falta, a arrepentirse, a pedir perdón (sólo puede pedir perdón quien ha obrado libremente), a respetar la libertad de los demás, a no ser libre a base de someter a otros, a trabajar para que todo el mundo sea libre...

Si nuestros hijos o nosotros mismos nos comportamos de esta manera, será porque no habremos aprendido a ser libres.

Ciao.



1 comentario:

Miriam dijo...

Creo que el problema es la libertad mal utilizada
Como todas las cosas buenas, si se utilizan mal, acaban destruyendo y autolimitandose
(Cuando se usa mal la libertad, cada vez eres menos libre)