miércoles, 23 de noviembre de 2011

El aborto no es la interrupción del embarazo



Este es un tema de tanta trascendencia y seriedad, que la tergiversación del lenguaje tiene la finalidad de ocultar el carácter delictivo del asunto.

Un embarazo no puede ser interrumpido, como se interrumpe un partido de fútbol o una actuación de teatro. Los procesos que se pueden interrumpir se pueden reanudar, y está claro que cuando se realiza un aborto se acaba con el proceso definitivamente, sin posibilidad de reanudación.

Los partidarios del aborto siempre argumentarán además que la mujer tiene derecho a disponer de su cuerpo como quiera, ya que la naturaleza le ha dotado de la posibilidad de hacerlo...pero la raíz del problema es que, cuando te cruzas por la calle con una embarazada, no te estás cruzando con una persona, sino con dos. Y nadie puede disponer de la vida de otro, aunque sea tu madre.

De hecho, el recién nacido necesita del cuidado imprescindible de otra u otras personas, aunque en este caso, no es imprescindible que sea la madre. Esa es la verdadera diferencia entre el feto y el recién nacido, que el primero necesita imprescindiblemente a su madre, y el recién nacido a cualquiera que lo pueda cuidar.

¿Y por esa diferencia es lícito acabar con la vida de un ser humano?

Haz la prueba. Cuando te hablen de la interrupción del embarazo no lo aceptes, de aborto provocado, con todas sus letras.

Ciao.

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