lunes, 2 de enero de 2012

¿Somos temerosos o somos temerarios?





Una noche de tormenta, Temerario se disfraza para atemorizar a su novia Temerosa. Llega a su casa, toca la puerta y Temerosa sale abre la puerta y grita quedando como su nombre lo dice: Temerosa. Su novio Temerario se saca el disfraz y dice porque gritas ¿Te doy miedo?

Temerosa responde: “No ya tengo mucho”…

El temor es algo que experimentamos muchas veces a lo largo de nuestra vida. El miedo y el horror queremos que sucedan solo en las películas. Pero la triste realidad, más temprano que tarde o más tarde que temprano nos vemos filmando y actuando en una película de terror...
Pelícuula en la que el miedo y el suspense es el principal protagonista. Y estas cintas de terror no tienen edad preferencial.
Los sucesos del terror le llegan a un niño como también a un joven, el pánico existe en los adultos y también en los que están atravesando la vejez.

¿Y tu tienes miedo de algo? ¿A que le tienes temor?
¿A la violencia y a la guerra?
¿A los ladrones?
¿A la soledad?
¿Tienes miedo perder el empleo? ¿Tal vez a perdee la salud?
¿Tienes miedo de una infidelidad o una traición de alguien querido?
¿Tiens temor a la muerte?

El temor siempre utilizará diferentes tipos de disfraces para llegar a nuestra vida.
Cuando el miedo toca las puertas de nuestra vida, la palabra de Dios nos enseña como vencer dicho miedo:

En el amor no hay temor. El amor perfecto echa fuera el temor (1ra Juan 4,18)

Después de vencer el miedo con el amor, nos vemos envueltos en otros acontecimientos y lamentablemente volvemos a caer en el pánico.
Si es así, Dios tiene una buena noticia para nosotros:

No vuelvas a tener temor; tú no has recibido un espíritu de esclavo para recaer en el temor, sino que has recibido el espíritu propio de los hijos, que te permite gritar: ¡Abba! O sea: ¡Padre!

Es decir cuando el miedo llegue a nuestra vida, tenemos la fórmula para saber como enfrentar esta situación. Simplemente tenemos que decir ¡Padre ayúdame! ¡Dios mío acompáñame! ¡Dios hazme valiente!

Toda nuestra vida será una constante batalla contra el temor con sus diferentes disfraces.

Cuentan que estaba un General en plena batalla, y éste alentaba a sus soldados para atacar al enemigo, pero observa a uno de sus soldados temblando de miedo, se acerca al soldado y le dice despacio al oído:

“Tiene miedo que le quiten la vida”. El soldado temblando responde: “me podrán quitar la vida pero lo que nunca me van a quitar es el miedo”.

En la batalla de nuestra vida, nosotros también tenemos un General. Jesucristo se acerca a nuestro oído y nos dice: ¡Yo te quitare el miedo! Y con voz firme y segura dice.
Esta es mi orden: Sé valiente y ten ánimo; no tiembles ni tengas miedo; porque yo tu Señor y Dios estaré contigo dondequiera que vayas”

Ciao.


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