Se habla mucho del dinero de la Iglesia católica, y de lo bien que viven los curas y los Obispos. Es alucinante lo poco informados que están los que la atacan, y prueba de ello es el desconocimiento que tienen de los sueldos que cobran los sacerdotes y Obispos y el destino que dan a sus sueldos.
Mirad la noticia que me llegaba ayer, de la opción que ha tomado el Obispo de Solsona, Xavier Novell, para paliar un poco, y dentro de sus posibilidades, la crisis que personas de su diócesis están pasando. Todo un ejemplo que muchos políticos, los responsables que nos han mentido en esta ruina, deberían tomar ejemplo.
El obispo de Solsona, Xavier Novell, el más joven de España, ha iniciado una particular cruzada para que en su diócesis “a nadie le falte un techo, luz, agua, alimentación y calefacción”. Lo ha hecho predicando con el ejemplo y se ha reducido un 25% su sueldo, que así pasa de 1.200 a 900 euros mensuales. Además la diócesis ha realizado una aportación extraordinaria de 300.000 euros, el 10% del presupuesto ordinario de 2012, a Cáritas.
Novell ha reclamado a los empresarios un mayor esfuerzo para la creación de empleo; a los trabajadores, la máxima flexibilidad y la mínima oposición ante hipotéticos ajustes y nuevas condiciones laborales, y a los pensionistas, un esfuerzo para dar cobertura a los que no tienen, porque ellos, los jubilados, pese a tener las peores condiciones económicas, parten en muchos casos de casa propia y de la cultura del ahorro.
El obispo invitará al esfuerzo a los fieles de sus parroquias a través de un extenso artículo que repartirá este fin de semana en las iglesias, en el que analiza la situación económica. Con una descripción simple, en este documento afirma que el origen de la situación actual está en que en Estados Unidos se concedió una gran cantidad de préstamos a personas “sin oficio ni beneficio”. El tsunami financiero llegó a Europa, donde “los países gastaban más de lo que tenían”, entre los que incluye España, de modo que se llegó a unas cifras de deuda pública “descontrolada”. Y en esta aproximación a la realidad más próxima, señala que en Cataluña “aún estamos peor”.
El obispo de Solsona reparte culpas entre los banqueros, los mercados y el sistema del capitalismo, pero reclama de todos un análisis para “admitir que la causa de la crisis es que todos hemos querido vivir por encima de nuestras posibilidades”, con una idea que durante años ha presidido nuestras vidas: “Es feliz quien consume, compra las últimas novedades tecnológicas, viaja, tiene casa propia, un vehículo de gama alta, un armario variado y dinero para una operación estética”. Acusa a las Administraciones de haber recurrido en exceso “al préstamo que ha hipotecado nuestro futuro” y asegura que ahora la realidad nos demuestra que “todo era un espejismo”.
Ciao.
1 comentario:
Los señores obispos, tienen casa, agua, luz, calefacción....y demás necesidades todas cubiertas gratuitamente. No tienen que mantener hijos con lo que eso conlleva de colegios, ropas, .....
Asi vivo yo con solo 100 euros al mes (o menos).
Sacrificio y ejemplo el que hace una familia para sobreevivir con ese dinero al mes
Además es sueldo fijo, que recibe mensualmente del bolsillo de todos los españoles, sean católicos o no.
Por favor, menos hipocresía, sobre todo cuando la gente lo pasa tan mal
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