sábado, 3 de marzo de 2012
Atrás queda lo malo
Atrás queda lo malo...demos paso a lo bueno en nuestras vidas...
El pasado es parte de quienes somos, incluso los errores y sufrimientos del pasado lo son. Pero a veces le damos demasiada importancia al pasado y lo convertimos en nuestro eterno presente.
¿Por qué nos aferramos al sufrimiento? ¿Por qué no olvidamos? ¿Por qué nos seguimos comiendo la cabeza por el pasado?
Hoy es el día perfecto para proponerme cambiar las cosas, pero también es bueno recordar porqué un día me sentí tan mal.
"Pensé en el amor que se fue y que nunca más regresará, en la esperanza perdida, en esa mirada interminable como queriendo detener el tiempo y regresar atrás"...
Pero atrás no hay nada bueno ni rescatable, atrás sólo hay heridas, olvido, dolor y la indiferencia de la persona que se fue. Y pese a todo, se han formado murallas en el alma de quien no quiere dejar el pasado ir.
¿Por qué seguir aferrándonos al sufrimiento? La vida es demasiado hermosa como para seguir sufriendo por lo pasado. Si nos pasamos el tiempo mirando atrás nos perderemos lo que está delante nuestro.
El amor, la alegría, los deseos de vivir... Dejemos definitivamente atrás el dolor y las ganas de no seguir viviendo. Ya hemos tenido suficiente. No tiene sentido querer volver lo que dejamos atrás. El renunciar es más digno, debemos amarnos a nosotros mismos más, lo suficiente como para no permitir que sigamos encerrados en esos barrotes del pasado.
El pasado ya pasó y nadie ni nada lo podrá cambiar, el presente está delante con muchas puertas abiertas para reír, para amar y ser amadas. Hay lugar para que llegue la persona adecuada a nuestras vidas, hay lugar para esos deseos de ser amadas.
¿Por qué negarnos a ser felices? ¡Basta! ¡Basta de pensamientos que destruyen el alma y los sentimientos! Todo esto sólo provoca que nos convirtamos en nada o en nadie, así que ánimo, hay mucho más por lo cual vivir, conocer y descubrir. Queda mucho por descubrir dentro de cada una de nosotros, mucho más que aún podemos hacer y dar... Dar, sí, dar, esa acción que nos hace más nobles y dignas.
Cuando se cierra una puerta, otra se abre.
Merecemos más...
Estas palabras son para vosotros que puede que penséis que habéis perdido la batalla pero no la guerra. Sed felices y sed agradecidas por todas las cosas que nos pasa y sucede, pues de toda experiencia se aprende y de todo dolor nace un gran perdón que nos hace mejores personas.
Sonreid, que es la mejor medicina para el alma y tomad vuestro saco del dolor, del sufrimiento, de las heridas y todo de aquello que no queráis seguir cargando y tiradlo por un precipicio tan profundo que nunca más se deje ver el dolor, las lagrimas, el sufrimiento y la soledad.
Caminad erguidos con la frente en alto, porque en ese camino Dios os pondrá la persona con un corazón parecido al vuestro y seréis tan felices que nunca más os acordaréis de las malas cosas que vivistéis.
Todo lo vivido y sufrido será como aguas que pasaron, recordad lo que os digo y tened el corazón abierto, para ayudar y dar al que necesita una palabra de aliento, a su debido tiempo Dios os lo devolverá doblemente.
Ciao.
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