martes, 12 de junio de 2012

Tú conduces de tu vida





"Cuando conduzco el coche, me molesta que quien está junto a mi, me diga que camino tomar, que me detenga o que tenga cuidado.
Yo soy el conductor. Yo se porque hago lo que hago. Y el conductor es el único que lo sabe. Nunca hago caso de quien quiere decirme como conducir, porque por eso pasan accidentes".

Así solemos quejarnos cuando llevamos al lado a alguien que nos dice en todo momento cómo debemos conducir nuestro coche.

Estos consejod cotidianos podemos compararlos con las similitudes que tiene este ejemplo con nuestra vida.

Nuestro coche se llama “vida” y el Ser Supremo ha sido lo suficientemente generoso, como para darnos a cada quien un “coche” propio.

Todos somos los conductores de nuestra propia vida. Desafortunadamente, muchos no asumen esa responsabilidad.

Son conductores miedosos, que les gusta preguntar a cuanto tripulante tienen, que deben hacer.

Y como resultado, tienen accidentes o no están satisfechos con su vida. ¿Por qué siguen escuchando los consejos de otros, cuando no están satisfecho con los resultados?

Simple. Es más fácil culpar a otros de sus fracasos, que ser responsables de sus decisiones.

Es el caso de la chica que le pregunta a sus padres ¿Qué debo estudiar? O el caso del chico que pregunta ¿Cuál carrera da más dinero?

Porque el precio de seguir los impulsos de tu corazón, de tomar tus propias decisiones, es la posibilidad de fracasar.

Nadie puede esperar tener éxito en lo que le gusta con tan solo unos intentos. La historia está llena de hombres que estuvieron peleando por sus ideas, y que después de fracasos temporales, obtuvieron el éxito. Aplicaron la persistencia en sus sueños.

La sensación de libertad, de asumir el control del volante de tu vida, te dará una seguridad y energía interior que no tiene precio.

Para un militar, su orgullo son las heridas de guerra. Y para el hombre de negocios, hablar de sus fracasos, antes de alcanzar la cima.

Aunque las derrotas temporales te causen dolor… Cuando sean cosa del pasado, te divertirá recordarlas. Le dará más valor a tu éxito.

Detén a esa persona que mata tus pasiones, y no la escuches cuando quieran dirigir el coche de tu vida, a una velocidad diferente a la que tú lo haces.

Ellos no conocen porqué haces lo que haces. No conocen tu vida, como tú la conoces.

Elllos no comprenden tus sueños y tus motivos.

Finalmente, ellos en sus consejos, proyectan lo que ellos son. Lo que ellos hacen o querrían hacer. Lo que harían en tu lugar. Y si son unos mediocres, y les hacemos caso… vamos a acabar siendo unos mediocres también.

Observa que las personas que han tenido éxito, primero se escuchan a sí mismas. Fueron tercas en escucharse primero a ellas mismas, antes que a los demás.

¿Que consejo os puedo dar?
Hay dos frases que me encantan: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar” de Machado, y otra de Malcolm Forbes, que dice: "Sigue intentando hasta que tengas éxito".

Recordando mi vida, veo que las actividades en que he tenido más éxito, son en las que he aplicado estas dos frases. Y no olvidemos añadir otro ingrediente imprescindible para no desfallecer: La esperanza.

En lo que más he tenido éxito, siempre hubo un momento en el que tuve un fracaso tan doloroso, que se abrían ante mi dos caminos: Seguir adelante a pesar de que parecía que no lo lograría, o resignarme.

Al tomar el camino de seguir adelante… ¡Lo logré! Te confieso que ya no creía en mi. Pero tenía la esperanza de lograrlo. Y la esperanza, transformó en realidad mis sueños.

También, hubo momentos en los que elegí el camino de la resignación. Me excusé ante mi misma, con mil pretextos de porque había fracasado. Pero no dejo de pensar que pude haber elegido la otra vereda y que pude haber tenido éxito.

La esperanza debes mezclarla con la persistencia también. Tu vida es fruto de la esperanza y persistencia combinadas.

La fe en Dios también ha sido muy importante para mi. Me ha dado la paz y serenidad necesarias cuando parece que mi mundo se pone de cabeza.

Te invito a que experimentes la emoción de conducir el coche de tu vida. Disfrútalo a tu ritmo, a tu manera.

Ciao.


4 comentarios:

Ángel dijo...

Lourdes, otro muy buen artículo, y una gran enseñanza, para el que quiera aprender

Un abrazo amiga

gosspi dijo...

Solo dejando al Espiritu Santo a tu lado y que El lo condizca es el mejor de los gozos..El sabe enseñar a asumir los fracasos con Alegria y sin tirar nunca la toalla..El es siempre Fiel!!

lojeda dijo...

Ángel, un abrazo y muchas gracias por tus comentarios y tu fidelidad.

lojeda dijo...

Gosspi, lo mismo te digo: Muchas gracias por todos tus comentarios y ,siempre tan enriquecedores y tan llenos de Dios, y por tus visitas.
Un beso grande.