martes, 24 de julio de 2012
Carta a mis amigos Sacerdotes ante la crisis del Aborto
QUERIDO AMIGO:
Primero quiero darte las gracias por ser sacerdote. Has sacrificado muchas cosas de tu vida, por servir a Cristo y a su Iglesia y estos sacrificios casi siempre pasan inadvertidos. Quiero que sepas que yo te estoy muy agradecida.
Valoro tu dirección de almas. No es fácil vivir la vida cristiana en nuestros días. Se escuchan muchas falsedades y hay muchas tentaciones del mundo que decepcionan.
Más que nunca necesitamos líderes fuertes para enseñar la verdad y animarnos a seguirla. Hoy más que nunca te necesitamos.
Yo sé que hay muchos temas que están atrayendo tu atención, pero quiero hacerte notar uno más que es agobiante para mí y para este mundo: El aborto.
Yo estoy muy preocupada por el aborto. No es un asunto más que no podemos dejar de obviar, ya que cada 20 segundos muere un bebé, y parece ser que nadie quiere parar este genocidio.
Para mi, el aborto es un problema moral. Es un problema espiritual. Y como tu eres mi líder espiritual tengo que acercarme a tí con este problema.
Estoy muy preocupada con el aborto en España y en todo el mundo porque son bebés, seres inocentes, los que están muriendo.
No tienen otra voz más que la nuestra: La tuya y la mía.
Nosotros somo su única defensa, su última y única oportunidad de vivir en esta tierra.
También estoy preocupada porque las mujeres son explotadas, lesionadas y muchas mueren por el aborto.
Los ex-abortistas, una vez arrepentidos, constantemente dan testimonio de como engañaron a las mujeres para poder venderles el aborto, incluso falsificando informes médicos para cubrir los daños que éste produce.
Yo llevo en mi interior un grito que quiere denunciar esta injusticia.
Además estoy preocupada porque son muchas las personas que no escuchan la verdad acerca del aborto, sus efectos dañinos y las muchas alternativas que se pueden presentar para evitarlo.
Ni el gobierno ni muchos medios de comunicación están de nuestro lado en este problema.
Tampoco se recibe un mensaje de Pro-Vida en la escuela pública.
Además de todo ésto, los que promueven el aborto constantemente están tratando de intimidar y callar a las personas que como yo, estamos a favor de la Vida para que no hagan llegar estos mensaje al público.
Necesitamos a la Iglesia más que nunca. ¿A dónde más podemos acudir? Necesitamos tu valiente liderazgo.
Quizás puedas hacer algo en tu parroquia y en tu círculo de amistades:
* Predicar y enseñar frecuentemente acerca del aborto, sobre el valor de la vida incluyendo las alternativas para ayudar a las mujeres embarazadas.
* Incluir en la Oracion de los Fieles de la SantaMisa oraciones sobre el aborto y los no nacidos.
* Publicar textos educativos sobre el aborto en el Hoja Parroquial.
* Dejar material acerca del aborto en las estanterias de libros de la Iglesia.
* Promover a los grupos Pro-Vida de la ciudad en la parroquia y en las reuniones de grupos parroquiales.
Amigo, yo estoy a tu lado. Yo represento a muchos otros que estan al cien por cien contigo en la batalla contra el aborto.
Gracias a tu ordenación sacerdotal, Cristo te ha prometido la gracia para luchar en este problema. Él nunca nos abandonara.
Un abrazo, Lourdes.
Una persona comprometida y preocupada por el movimiento Pro-Vida.
Ciao.
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