domingo, 16 de diciembre de 2012

Por la libertad de Asia Bibi



Ayer por la noche, estuve viendo por Internet los Premios Hazte Oír, ya que no he  podido asistir a Madrid.
Varios fueron los premiados, todos ellos muy merecidos, pero el que más me impactó es el que le dieron a Asia Bibi, recogido por su marido y su hija, con unas emotivas palabras de agradecimiento al pueblo español por nuestro apoyo, y a Hazte Oír,  por haberlos premiado.
Ya llevamos mucho tiempo oyendo hablar de la injusticia que se ha hecho con esta persona, y hemos mandado correos al Presidente de Pakistán, para que la deje en libertad.
Hoy retomo la carta que mandó Asia desde la cárcel al todos los españoles, sin saber muy bien si alguna vez la llegaríamos a leer.
Gracias a la página de Hazte Oír, esta carta, se puede difundir, lo mismo que el enlace, para firmar por que el Presidente de Pakistán le conceda su libertad, enlace que pondré al final de este post, por si alguno de vosotros no ha firmado todavía. Somos muchos los que ya lo hemos hecho, pero todos los correos que se reciban, serán un apoyo más para conseguir su liberación. Da lo mismo si somos de España o de cualquier parte del mundo. Lo importante es que en la presidencia de su país, se reciban una cantidad tan grande de correos, que el Presidente al final, se de cuenta de la injusticia que se está cometiendo con esta buena mujer, y la deje en libertad, para poder disfrutar de sus cinco hijos y de su marido.
Aquí os dejo esa emotiva carta, que fue fechada el pasado 5 de noviembre en la prisión de Sheikhupura, en Pakistán, Asia Noreen Bibi pide ayuda a los españoles para volver con su familia. Asia Bibi recibirá el próximo 15 de diciembre uno de los Premios HO 2012 por su ejemplar vivencia de la libertad religiosa en un entorno de intolerancia. Su marido, Ashiq Masih, asistirá a la ceremonia de los Premios HO 2012, el próximo 15 de diciembre en Madrid.


Prisión de Sheikhupura, Pakistán, 5 de noviembre de 2012
Me llamo Aasiya Noreen Bibi y no sé si llegarás a leer esta carta. Escribo a los hombres y las mujeres de buena voluntad de España, desde mi celda sin ventana en el módulo de aislamiento de la prisión de Sheikhupura, en Pakistán. Llevo encerrada aquí desde el mes de junio de 2009. Me han condenado a morir en la horca por blasfemar contra el profeta Mahoma. Dios sabe que es una sentencia injusta y que mi único delito, en este mi gran país al que tanto amo, es ser católica. 
No sé si estas palabras verán la luz y llegarán a ser leídas por alguien al otro lado de los muros de esta cárcel. Si el Señor misericordioso quiere que así sea, pido a los españoles que recen por mí e intercedan ante el presidente de mi hermoso país para que me permita recuperar la libertad y volver a reunirme con mi familia, a la que tanto echo de menos. 
Estoy casada con un buen hombre llamado Ashiq Masih y, juntos, tenemos cinco hijos que son una bendición del Cielo: un varón, Imran, y cuatro chicas, Nasima, Isha, Sidra y la pequeña Isham. 
Solo quiero volver a estar con ellos, a ver sus sonrisas y devolverles la paz. Están sufriendo por mí, al verme encerrada y privada de justicia. Temen por mi vida, pues la sentencia que me condena a morir ahorcada es firme y un indulto puede evitar que acabe ejecutándose. 
Un juez, el honorable Naveed Iqbal, entró una mañana en mi celda, después de condenarme a una muerte horrible, y me ofreció revocar la sentencia si me convertía al Islam. Yo le agradecí de corazón su buena intención, pero también le dije, con toda la claridad de la que soy capaz, que prefiero morir como cristiana que salir de prisión siendo musulmana. 
“He sido juzgada por ser cristiana”, le dije al señor juez. “Creo en Dios y en su enorme amor. Si usted me ha condenado a muerte por amar a Dios, estaré orgullosa de sacrificar mi vida por Él”, le dije.
Dos hombres justos han sido asesinados por pedir justicia y libertad para mi persona. Su destino me desgarra el corazón. 
El gobernador de mi región, Punjab, el señor Salman Taseer, fue asesinado el 4 de enero de 2011 por un miembro de su escolta, simplemente porque pidió a las autoridades del Gobierno que me pusieran en libertad y se opuso a la ley sobre la blasfemia que rige en Pakistán. 
Dos meses después, un ministro del Gobierno, el señor Shahbaz Bhatti, cristiano como yo, fue asesinado por la misma causa. Rodearon su coche y le dispararon con ensañamiento hasta darle muerte. 
Me pregunto cuántas personas más tienen que morir por causa de la justicia. Rezo a todas horas para que Dios misericordioso ilumine el juicio de nuestras autoridades y sus leyes civiles restablezcan la antigua armonía que siempre reinó en mi gran país entre las personas de distintas religiones. 
Jesús nuestro Señor y Salvador nos amó libres y creo que la libertad de conciencia es uno de los mayores tesoros que nuestro Creador nos ha dado y tenemos que preservarlo.
Sentí una gran emoción al conocer que el Santo Padre Benedicto XVI había pedido mi indulto. Dios me conceda vivir para peregrinar a Roma y, si es posible, agradecérselo personalmente.
Ahora pienso en mi familia. Lo hago a todas horas. Vivo con el recuerdo de mi esposo y de mis hijos, y pido a Dios misericordioso que me permita volver a reunirme con ellos. 
No sé si esta carta llegará a tus manos, amigo o amiga española. Si así fuera, acuérdate de que hay personas en el mundo que son perseguidas por causa de su fe y, si está en tu mano, pide por nosotros al Señor y escribe al presidente de Pakistán rogándole por que me permita volver a estar con mi familia.
Si lees esta carta, Dios lo habrá hecho posible. Que Él, que es bueno y justo, te colme con su Gracia.
Afectuosamente,

Asia Bibi

Ciao.


Para firmar la petición de libertad, pincha en este enlace, por favor.

http://www.hazteoir.org/firma/49765-firma-asia-bibi-casa-ya






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