miércoles, 2 de enero de 2013

Queridos Reyes Magos...



Aunque ya están pasando las fiestas y estamos un poco empachados de celebraciones, regalos, dulces, aunque por desgracias no todas las personas pueden decir ésto... Es posible que algún deseo de principio de año nos haya quedado aún por pedir, y es por eso, que pienso que todavía estoy a tiempo para mandaros, queridas Majestades, mi carta personal, para ver si podéis traerme algo de lo que os pido.


Queridos Reyes Magos:

¿Este año he sido buena? Pues no sabría qué decir. Seguro que hay mucho que mejorar y si bien soy de la opinión de que uno debe arrepentirse casi más de lo que no ha hecho que de lo realizado, hay más de una cosa que seguramente cambiaría en mis actos del 2012.

Pero como todo eso ya no tiene ya remedio y nos han enseñado que por pedir, que no quede, aquí estoy, redactando mis deseos.

¿Y qué deseo? Podría pedir todos esos "caprichitos" que las mujeres alguna vez tenemos, pero soy consciente de que la vida está "muy achuchada", y me conformaré con menos. Además, ya sabemos que estudios científicos demuestran que las personas materialistas son más infelices.

Así que  había pensado desear grandes cosas que todos los años os pido, y que  no me cansaré de pedirlas hasta que en este mundo vuelva a reinar la cordura, la esperanza y la bondad de todos los hombres.
Hoy os pido cosas como la paz en el mundo, un plato de comida en la mesa de cada ser humano o que mejore la economía mundial.
Eso estaría bien, qué duda cabe, pero ya puestos, me gustaría ser un poco más realista. Porque cuando uno pide "la paz en el mundo", ¿Cómo se empieza a conseguir esa paz? Cuando uno pide más solidaridad, más tolerancia, más respeto... ¿De dónde sale todo esto? Cuando se pide la bondad de todos los hombres ¿En dónde se debe materializar esa bondad?... Y si pedimos esperanza ¿Quién nos devolverá esa esperanza tan perdida en todos nosotros?

Seamos realistas y si analizamos la manera de vivir que tenemos nos damos cuenta que, como no podía ser de otro modo, Gandhi tenía razón cuando decía: "Si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo". Por lo que he decidido pedir otra cosa este año.

El comienzo de un año suele venir acompañado de bueno propósitos. Pocos o muchos propósitos que, en muy escasas ocasiones, llegan a materializarse en hechos.

Y es que no es fácil cumplir ni siquiera los compromisos que adquirimos con nosotros mismos, y de eso somos todos conscientes. Y todo ésto,  me lleva a pediros, queridos Reyes Magos, una sola cosa: La capacidad que yo debo de tener de comprometerme y llevar a cabo los cambios que me proponga.

Porque pedir, se pueden pedir muchas cosas, pero al final todo depende de mí y de otros como yo, que no nos gusta el mundo en que vivimos.

Y como esos propósitos, sean más o menos importantes, en el fondo solo busco mejorarme a mí y a lo que me rodea. Por tanto os pido: La fuerza de voluntad necesaria para mantener los cambios, la paciencia para entender que todo lleva su tiempo y que las cosas más valiosas no se consiguen de la noche al día, el valor para asumir la incertidumbre de los cambios que vendrán, la fuerza para volver a levantarme cada vez que caiga, la confianza para creer que voy por el buen camino aunque al principio parezca que todo sigue igual, incluso peor, la generosidad propia y de los que me rodean para aceptar que no soy perfecta y cometeré errores, y como última petición y creo que la principal,  la humildad para pedir perdón cada vez que me equivoque...
¡Uf! Creo que al final me he pasado y que estoy pidiendo demasiado. Bueno, por pedir que no quede. Vosotros, Magos y Sabios, sabréis qué cosas son más importantes, para mi, y espero que me las traigáis.

Un beso, Majestades.

Ciao.



No hay comentarios: