domingo, 17 de febrero de 2013

Escuela rusa de Oración



 "La oración del corazón". Tomado del clásico cristiano de espiritualidad rusa, llamado "El Peregrino Ruso"

"Por gracia de Dios soy cristiano, por mis acciones un gran pecador, y por mi oficio, un humilde peregrino sin domicilio, perpetuamente errante. 
Mis bienes son una alforja sobre la espalda con un poco de pan seco y una Biblia que llevo en mi sayal, junto al pecho. Eso es todo"

Método:

"Siéntate solo y en silencio. Inclina la cabeza, cierra los ojos, respira dulcemente e imagínate que estás mirando a tu corazón. Dirige al corazón todos los pensamientos de tu alma.
Respira y dí: JESÚS MÍO, TEN MISERICORDIA DE MÍ".
Dilo moviendo dulcemente los labios y dilo desde el fondo de tu alma. Procura alejar todo otro pensamiento. Permanece tranquilo, ten paciencia y repítelo con la mayor frecuencia que te sea posible"

"La continua oración a Jesús es una llamada continua e ininterrumpida a su nombre divino, con los labios, en espíritu y en verdad, consiste en representárselo siempre presente en nosotros e implorar su gracia en todas ocasiones, en todo tiempo y lugar,hasta durante el sueño.

Esta llamada se compone de las siguientes palabras: JESÚS MÍO, TEN MISERICORDIA DE MÍ.
Quien se acostumbra a esta plegaria encuentra en ella tanto consuelo y siente tal necesidad de repetirla, que no puede vivir sin que espontaneamente resuene dentro de él."

"Vigila alma cristiana, recoge tus fuerzas y no sofoques la incesante invocación del nombre de Jesucristo, aunque tu grito salga de un corazón en guerra consigo mismo.
No importa, continúa sin callar jamás. Será ese mismo grito el que te purifique con su repetición".

"La oración del corazón produce abundantes frutos: sincero amor de Dios, paz interior, pureza de pensamiento, un general bienestar, insensibildad a las enfermedades y dolores, comprensión del lenguaje de la naturaleza, nueva inteligencia de la Biblia y conciencia cierta de que Dios está presente y que su amor lo abarca todo. "

Ciao.

2 comentarios:

Laub dijo...

Hola Bella, yo la aprendí y la hago desde hace muchos años así: "Señor Jesucristo, hijo del Dios vivo, ten compasión de mí". Es realmente una oración que sana el alma, sólo por el hecho de que nos abandonamos en las manos de aquél que nos amó primero y sabe lo que es mejor. Un fuerte abrazo. Gracias por compartirla.

lojeda dijo...

Querida amiga, coincido contigo en que esta oración es sanadora y da una paz tremenda. Yo la descubrí también y me gusta hacerla con frecuencia.
Un beso y gracias por tu visita y comentario.