jueves, 28 de febrero de 2013

¡Esta es la juventud del Papa!


Desde que el Papa anunció su renuncia a la Cátedra de San Pedro, han circulado miles de testimonios de toda clase de personas por Internet, pero el que más me ha llamado la atención es el testimonio de los jóvenes que vivieron el verano pasado la JMJ en Madrid.
Unos jóvenes que ante la falsa imagen que tenían de pasotas y alocados, desmontaron todos los comentarios en contra de ellos, y vivieron intensamente este momento de gracia para España y el mundo entero, como fueron las Jornadas Mundiales de la Juventud.
Las imágenes que vimos por televisión los que no pudimos asistir, ponían los pelos de punta al ver a estos jóvenes que ante cualquier inclemencia del tiempo, aguantaron estoicamente, para vivir junto al Papa estos momentos tan emocionantes y aprender de este joven de 85 años sus enseñanzas y de su ejemplo.
El testimonio que os dejo a continuación (el que más ha circulado y he leído), nos pone de manifiesto el poso que este jóven de 85 años entonces (ahora 86) ha dejado en todos esos corazones jóvenes y comprometidos, para una vez que acabó la JMJ y volvieron a sus casas, siguen comprometidos en la  tarea que el Papa con palabras de Jesús les encomendó: "Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio".
Hoy esa juventud se siente un poco huérfana pero esperanzada, ante la venida de un nuevo Papa, y con la esperanza de que siga esta gran labor que comenzó el Beato Juan Pablo II y que continuó Benedicto XVI.
Este testimonio nos llena de esperanza a los que ya somos menos jóvenes, porque sabemos que nuestra labor evangelizadora, se quedará en buenas manos, porque hay jóvenes comprometidos, que han escuchado las palabras de Jesús en la boca del Santo Padre.

"Sí, yo soy de esa juventud del Papa. De esa juventud que coreaba el nombre de Benedicto XVI por las calles de Madrid y en el aeródromo de Cuatro Vientos hace dos veranos.
De esa juventud por la que un hombre de 85 años aguantó mas de 40 grados y un vendaval de aire y lluvia.
De esa juventud a quien el Papa enseñó que igual que aquella noche resistimos bajo la lluvia, con Cristo podríamos también superar todos los obstáculos de la vida.
Soy de esa juventud en la que el Papa confía, a la que pide que esté siempre alegre, y que de testimonio en todas las circunstancias.
Soy de esa juventud que hoy ve como su Papa, sin fuerzas por su avanzada edad, humildemente ha dejado paso a su sucesor para guiar a la Iglesia de Cristo.
Sí, soy de esa juventud que debe de agradecer a Benedicto XVI todo lo que le ha enseñado, no solo a través de sus palabras, sino también con su ejemplo de entrega aún en las dificultades.
Hoy es día para dar gracias a Dios por Joseph Ratzinger, porque un día lo eligió y lo puso a nuestro servicio.
Hoy es día de rezar por él, de rezar por nuestro futuro Papa y de rezar por la Iglesia de Cristo.
¡Esta es la juventud del Papa y esta es la juventud de la Iglesia!"

Ciao.

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