Rabietas, nuestra atención, la mejor estrategia

Para empezar, es importante distinguir entre enfado o disgusto del niño (aceptable) y la rabieta y/o la pataleta que no lo son porque suponen formas de descontrol y conductas de manipulación que pueden derivar en el futuro en una forma de dominación.
Por este motivo debemos enseñar formas adecuadas y adaptadas de canalizar la frustración.
Las rabietas aparecen porque consiguen atraer de manera inmediata la atención de las personas significativas para el niño.
Es una forma improcedente y desadaptada de atraerla. Además se suelen salir con la suya.

Estas dos razones son motivos de peso para seguir manifestando rabietas…Las rabietas son un problema de conducta cuando…

* Cambian las decisiones de sus padres o eludir las propias responsabilidades.
* Los padres comienzan a modificar sus hábitos.
* La frecuencia es de tres o más veces al día y que la duración de 15 minutos o más.
* Que ocurran también en la escuela.
* Si incluye: La destrucción de objetos valiosos, ataque a otros niños o personas.
* Asociado a trastornos del sueño, trastornos de aprendizaje, las relaciones sociales con otros niños.
* Se deteriora las relaciones con los padres, hermanos, familia y otros niños.
* Se deteriora su aprendizaje escolar.
* Se produce un malestar en su estado de ánimo emocional.

Factores que pueden predisponer a que el niño manifieste esta conducta: 
Pautas educativas inadecuadas, como pueden ser:

Incoherencia, falta de normas, límites, falta de constancia a la hora de poner las normas, falta de acuerdo entre ambos padres, una sobreprotección excesiva, falta de rutina en la vida del niño, que se preste más atención a los malos comportamientos que a los adecuados…

También existen características personales que facilitan la aparición de rabietas:

Bajo nivel de tolerancia a la frustración, capacidad de aplazar las recompensas, impulsividad, temperamento, retrasos o inmadurez en el desarrollo del lenguaje y psicomotricidad, problemas respiratorios, trastornos mentales infantiles…

Técnicas para el tratamiento inmediato de las rabietas en tres momentos:

* Antes de que aparezcan: En ocasiones podemos prevenir su aparición, si sabemos qué circunstancias provocan la rabieta, premiaremos su buen comportamiento cuando aparezca, así le mostramos cómo queremos que actúe en futuras situaciones, tendremos previstas alternativas si tenemos que someterles a situaciones difíciles, por ejemplo, estar toda una tarde en un centro comercial.
También el aburrimiento se hace insoportable, para paliarlo podemos preparar cuentos, puzzles, etc y así resulte más llevadero por ejemplo, un viaje en tren de varias horas, también podemos pactar con ellos, ej. le compraremos golosinas o cromos…pero nada más.

*  Cuando la rabieta está a punto de explotar: Desviar la atención, recordarle la recompensa que le espera, recordarle las normas y las consecuencias si las incumple…

* Cuando la rabieta explota: Es muy importante tener en cuenta que ya no podemos dialogar ni razonar con él, en este caso la técnica a utilizar es ignorarla de manera sistemática, ya que la mayoría sólo persiguen llamar la atención de los padres. El procedimiento óptimo es el siguiente:

* El padre se aparta del niño, lo retira del lugar si puede hacerse daño y sigue actuando sin atenderlo como si no pasara nada.

* Si no podemos ignorarla completamente, podemos repetir una frase a modo de discorayado, ejemplo: Ya llevas chucherías.

 * Cuando la rabieta termina no haremos ningún comentario, se “acoge” al niño como si no hubiera pasado nada.

* Si ocurre en un lugar público.

* Emplearemos “tiempo fuera”, es decir: Apartaremos al niño de cualquier actividad y lo llevaremos a un lugar aburrido pero seguro durante un tiempo limitado.
Un rincón o una silla, si fuera necesario podemos llevarlo a la silla del coche donde no pueda entretenerse. Tantos minutos como años tenga el niño.

* Si se escapara, volvemos a llevarlo y lo penalizamos con un minuto más y nos quedaremos con él hasta que finalice.

* Después de la rabieta: Retirada de privilegios en función de su edad durante un tiempo limitado (mañana o tarde) (golosina, ver determinados dibujos, jugar con juguete concreto…) Sobre todo, no perderemos de vista que la rabieta no puede concluir saliéndose con la suya.

Silvia Martín Paccini

Ciao.