En la presentación del cuento podemos leer:
Con palabras simples y unas ilustraciones tiernas y divertidas, la autora recrea el día a día de un niño diferente: Sus dificultades, sus cualidades, los obstáculos que tiene que afrontar... Define atención a la diversidad en base a la asignatura de trastornos de la conducta y personalidad.
El cazo de Lorenzo llena un vacío y conmueve al lector, sea cual fuera su edad. Pero lo que más llama la atención es la sencillez del dibujo y del concepto.
Es un cuento metafórico para hablar de las diferencias a los más pequeños y de la superación de un niño con dificultades para sobrellevar el día a día, y se observan, de forma animada, muchos aspectos reales de la vida escolar, en la que muchos niños rechazan a niños como Lorenzo por ser diferentes, sin llegar a conocerlos; nadie quiere jugar con ellos.
Este cuento nos lleva a la realidad de la forma más sencilla, pero no por ello menos transcendental.
Nos muestra la frustración que se puede sentir cuando sabemos que podemos ser diferentes y peor aún cuando nos sentimos observados por ello.
Podemos observar como, en muchas situaciones, a nuestro alrededor ocurre lo mismo. A los niños con dificultades de algún tipo, especialmente si tienen dificultades para relacionarse o con trastornos de conducta, se les rechaza continuamente por no ser como los demás.
Se sienten aislados y la gente les mira raro, sobre todo, los demás niños, que no entienden su problema.
Es importante detectar qué pasa y que hay más personas en la misma situación y que se puede salir hacia delante. Aprovecharse de la situación en la medida de lo posible y no esconderse.
La educación es la clave para que niños como Lorenzo no se queden arrinconados y escondidos, sino que salgan, se expresen y compartan con los demás su situación y así poder ayudar y orientar a posibles compañeros.
Empecemos por el conocido cuento titulado “El cazo de Lorenzo”, que lo tenéis en formato vídeo al principio.
Su autora, Isabelle Carrier, intenta transmitirnos, con ternura, afecto y de una forma cercana, la historia de un niño, llamado Lorenzo, que tiene que arrastrar un cazo rojo, siempre junto a él.
A veces, el cazo le pone ciertas dificultades y retos en la vida que, gracias a la ayuda de algunas amables personas, aprende a superar poco a poco. Teniendo, de esta forma, que encontrar en donde antes solo veía aspectos negativos, los aspectos positivos de la vida.
Quizá, la principal moraleja que se esconde entre sus letras, es que las personas con discapacidad, que en este caso simula el cazo rojo, no tienen por qué querer deshacerse de ella, es decir no tienen por qué verla como un estorbo o una molestia.
Es cierto que, a veces, impide realizar una vida normal pero es mucho mejor, sobre todo para ellos mismos y sus familias, que intenten llevarlo de forma creativa en vez de crear una continua lucha, aunque no siempre resulte tan sencillo, así como Lorenzo acaba llevando su cazo rojo metido en un bolso, lo cuál le permite superar los obstáculos que antes encontraba de una forma menos complicada.
En el cuento, finalmente, Lorenzo encuentra a una mujer que juega con él y le hace sentirse especial, y le enseña la manera de hacerse valer y no ser invisible a los demás.
En la vida real, debemos concienciarnos para encontrar la forma de ayudar a estos niños y hacerles sentirse importantes, o iguales a los demás.
Debemos tratar de mejorar o disminuir sus déficit y centrarnos en destacar sus virtudes y cualidades, sacar lo mejor de ellos, y de esta forma, darles una oportunidad para integrarse en nuestra sociedad como cualquiera de nosotros.
Si dedicamos el tiempo suficiente a ver la discapacidad como todo lo contrario, es decir, como algo intrínseco de la propia persona, nos será mucho más sencillo ayudar a quienes conviven con ella en su adaptación e inclusión en el mundo actual. Y además, probablemente, tendrán una mayor autoestima que les permita, así mismo, llevar una vida plena y feliz.
¿Por qué la discapacidad va normalmente asociada a algo negativo? ¿Por qué creemos, de forma estereotipada, que aquellas personas discapacitadas no pueden, o sí, pero de forma más dificultosa, hacer lo mismo que los demás?
Como bien explica el cuento, a menudo las personas externas solo ven el cazo rojo que lleva Lorenzo, y es información suficiente como para que puedan crearse ideas erróneas.
Creo que, quienes no conocen este mundo de cerca, se pierden algo extraordinario y digno de explorar porque descubrirían cosas inimaginables.
Debido, precisamente, a lo que veníamos comentado, el vídeo nos deja una frase conmovedora al final:
“Muchas veces los hemos ignorado por miedo, por no saber cómo tratarlos, por no equivocarnos, pensando que Dios se había equivocado… Creíamos que vivíais tristes, sin esperanza, y llenos de sueños inalcanzables. Pero tú, Lorenzo y las personas como tú, nos habéis enseñado que: Reís, lloráis, bailáis, tenéis sueños, jugáis… poseéis capacidad de superación… Nos habéis enseñado a ver que sois igual que nosotros”. Gracias por existir.
Ciao.
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