jueves, 4 de abril de 2013

Palabra de Vida Abril 2013



«No se quejen, hermanos, unos de otros» (St 5, 9).

Para entender mejor la Palabra de vida que se nos propone este mes es necesario tener en cuenta las circunstancias que la hicieron surgir: fueron los inconvenientes que se verificaban en las comunidades cristianas a las cuales va dirigida la carta del apóstol Santiago. Se trataba de escándalos, de discriminaciones sociales, de un uso egoísta de la riqueza, de explotación de los trabajadores, de una fe fundada más en palabras que en hechos, etc. Todo esto dio origen a resentimientos y descontentos de unos hacia otros, lo que creó un estado de malestar en toda la comunidad.


«No se quejen, hermanos, unos de otros»

Ya en la época apostólica se podía notar lo que también hoy vemos en nuestras comunidades: las dificultades más grandes para vivir nuestra fe no son generalmente las que nos vienen desde fuera, es decir del mundo, si no las que provienen de lo interno de la comunidad, de ciertas situaciones que surgen y de comportamientos de nuestros hermanos, que no están en la línea con el ideal cristiano. Y esto genera una sensación de malestar, de desconfianza y de consternación.

«No se quejen, hermanos, unos de otros»

Pero, si todas estas contradicciones e incoherencias más o menos graves, tienen su raíz en una fe no siempre iluminada y en un amor aun imperfecto hacia Dios y el prójimo, la primera reacción del cristiano no debe ser la impaciencia o la intransigencia, sino aquella que Jesús nos enseña. Él nos pide una espera paciente, la comprensión y la misericordia, que ayuda al desarrollo de aquella semilla del bien que fue sembrada en nosotros, como nos explica la parábola de la cizaña (Mt 13, 24-30.36-43).

«No se quejen, hermanos, unos de otros»

¿Cómo vivir, entonces, la Palabra de vida de este mes? Esta nos pone de frente a un aspecto difícil de la vida cristiana. También nosotros hacemos parte de varias comunidades (la familia, la parroquia, la asociación, el ambiente de trabajo, la comunidad civil), donde a nuestro pesar nos podemos encontrar tantas cosas, que según nuestro punto de vista no van bien: temperamento, modo de ver, modo de hacer de las personas, incoherencias que nos hieren y suscitan en nosotros reacciones de rechazo.

Entonces, tenemos muchas ocasiones para vivir bien la Palabra de vida de este mes. En lugar de murmurar, o condenar – como estaremos tentados a hacer – pondremos la tolerancia y la comprensión, después, al límite cuando sea posible, también la corrección fraterna y sobretodo daremos un testimonio cristiano al responderá las eventuales faltas de amor o de compromiso, con un mayor amor y compromiso de nuestra parte.

Chiara Lubich

Ciao.

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