domingo, 16 de junio de 2013
Se ha perdido la armonía
El mundo está rodando sobre una pendiente, y nadie ha encontrado el punto exacto para detenerlo.
Tratemos de no hacer incontenible, lo que hoy es controlable y lo que ya se vislumbra, que no resulte una catástrofe.
Los cambios están dentro, porque lo que mueve la vida son los sentimientos y ahí no ha llegado todavía el adelanto y la ciencia.
Para el corazón hay experimentos portentosos tratando de hacerlo latir con más precisión, personalizada para hacerlo sentir con mas anchura y profundidad.
El universo, máquina. El hombre, tuerca. Como base, las ganancias. Con fin, los beneficios.
Como centro de la vida, el provecho propio y el placer. Se ha perdido la armonía entre el mundo, el hombre y Dios. Y ahí tenemos el desequilibrio en que vivimos.
Andamos desajustados, y vienen los vicios, las rarezas, las extravagancias buscando un hueco por donde escapar, un boquete de luz por donde salir a respirar.
Pero hemos perdido el eje de sustentación. El punto de apoyo. El equilibrio que nivela la fuerza interior. Los propósitos que redimen.
Ciao.
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