miércoles, 31 de julio de 2013
Dijo el Papa...
Con todas las palabras y discursos maravillosos y llenos de profundidad que ha dicho el Papa Francisco a lo largo de toda la JMJ, parece ser que solamente un mensaje ha dejado la huella suficiente como para que todos los medios de comunicación se hayan hecho eco de él. Triste pero real. Pienso que el Papa ha pronunciado palabras con mucha más profundidad que esta frase que dijo a los periodistas cuando viajaban de regreso a Roma.
La mala intención de muchos medios informativos con sus periodistas a la cabeza, han hecho que esta frase sea titular en todos los informativos, dándole por supuesto cada uno, la interpretación que más les conviene.
A mi modo de ver, lo que el Papa ha dicho, es lo que la Doctrina de la Iglesia Católica lleva diciendo durante siglos, lo que pasa es que este Papa que no "tiene pelos en la lengua" y que tiene tan claro cuál es su misión como Pastor, ha dicho con toda la humildad del mundo, y ante un público que hacía esta pregunta pienso yo que, con toda la mala intención del mundo, para "pillarlo" Él como Jesús, lo dejó claro: Que cada uno interprete lo que quiera, pero la verdad es la verdad.
He encontrado este artículo en Internet que me parece que aclara perfectamente cuáles han sido lo que el Papa ha querido decir.
Dijo el Papa... “Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿Quién soy yo para criticarlo?"
Aclarando conceptos:
Con relación a estas palabras del Papa mal entendidas.
Hermanitos veo que en la mayoría de los grupos virtuales algunas personas se encuentran como en una pesca a ver si logran tomar algo, para confirmar lo que en sus corazones mal intencionados creen como cierto.
Se habla de relativismo, pero las palabras del Papa no tienen nada de relativismo, fue muy claro y quiso callar pensamientos de juicio de varios periodistas que se encontraban en esta rueda de prensa, donde lo único que buscan es la malicia, el punto y la coma, para tergiversar cualquier palabra y venderle al mundo la noticia de última hora.
Dijo el Papa: “Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿Quién soy yo para criticarlo?"
Analicemos esta frase:
1) Como bien sabemos para determinar si una persona se encuentra en pecado grave, tan solo hay que revisar los mandamientos de la ley de Dios, y un homosexual sabe que si tiene tendencia hacia el mismo sexo y tiene practicas de este tipo, lógicamente se encuentra en pecado mortal, pero si es una persona con tendencia homosexual y practica la castidad y busca a Dios de todo corazón, la iglesia como madre lo acoge y le administra sacramentos, luego ya viene un trabajo con psicólogos y personas de oración que estudian el caso para ver de dónde proviene el mal y buscar con la ayuda de Dios, la rehabilitación de la persona.
2) La voluntad radica en el querer, en la conversión, en el buscar a Dios, en el reconocer su debilidad y esforzarse por cambiar, y como en el alma se encuentran, la voluntad, el pensamiento, la razón, el entendimiento, la conciencia, la memoria, el amor, las pasiones, los sentidos y la vida, etc. Entonces cuando a la mente llega una información de tipo atracción hacia un ser de cualquier género, esta información tiene que pasar primero por la razón y no por las pasiones, para que no quede como una idea desordenada que domina la voluntad, llevando a la práctica los malos deseos.
De aquí dependen todos los pecados, algunos de ellos se realizan con conciencia plena, por eso es muy erróneo decir que existe el amor a primera vista, esto tan solo es una atracción.
3) ¿Quién soy yo para criticarlo? : Son palabras muy sabias, el no está para juzgar, el juicio le corresponde a Dios, la Iglesia llama y ora, no obliga, la conversión es en la libertad del hombre, es del deseo del corazón del hombre el entregarse a Dios sin reservas reconociendo su estado de pecado buscando la misericordia de Dios.
Es por esto que la Iglesia no es un tribunal de juicio, es el puente que a través de sus hijos predilectos concede a los hombres los bienes necesarios para la salvación y el encuentro definitivo con el amado en la patria celestial.
La misma Palabra de Dios lo confirma:
JUAN 3,16-21
3:16: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
3:18: El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
3:19: Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
3:20: Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
3:21: Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
Dios los bendiga hermanitos, pero la verdad debe anunciarse.
Jorge Alberto Vargas
Ciao.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario