lunes, 12 de agosto de 2013

Los padres deben ser coherentes con la fe


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La contradicción entre lo que se dice con lo que se hace, es una razón muy poderosa en el conflicto entre adultos y jóvenes. La juventud exige, y está en su derecho, que los adultos seamos congruentes.

La tiranía, el odio, la envidia, el egoísmo, la soberbia, el poder, el amor al dinero y el placer, son la porquería y la contradicción que los jóvenes observan en nosotros los adultos y provoca desconfianza, alejamiento y frustración en las nuevas generaciones.

La rebelión, el resentimiento, el choque, indudablemente que tiene origen en la familia. Todo el negativismo de los adultos ocasiona trastornos de consecuencias funestas en la juventud.

El mal ejemplo de los padres, además de crear desconfianza, traerá efectos irreversibles en la personalidad de los hijos.

Los jóvenes tienden con frecuencia a buscar escapes al ambiente negativo, destructivo e incomprensible de su ambiente familiar.

El alcoholismo, la drogadicción y el pandillerismo son algunos de los escapes a los que recurren los jóvenes por la falta de un verdadero cariño y diálogo familiar, ahí encontraremos la causa y el efecto.

Ciao.