lunes, 11 de noviembre de 2013

El Aborto y el "MAL MENOR"


El "por qué" de este título es de fácil suponer. Hay muchas personas que ven en el aborto un "mal menor". Algo "necesario" para evitar arruinar la vida de una mujer que se encuentra ante la situación de un embarazo no deseado, aunque es precisamente con el aborto como se arruina no solo la vida de la madre que aborta sino la del propio hijo abortado. Y es que, muchas veces, la mujer termina por autoconvencerse de que el aborto es la mejor solución.
Los motivos son variados, desde los más superficiales y egoístas, a los más duros, cuya decisión ha sido difícil de tomar y muy dolorosa, muchas veces a sabiendas del pecado, la culpa, el vacío y el dolor psicológico a la que esa decisión sabían que las conducirían.

Y así hay muchas personas que viven su vida eligiendo para cada caso el "mal menor" en vez de el "bien mayor". Vidas tibias, mediocres, falsificadas, relativizadas, autoconvencidas de su "buenismo" por elegir lo menos malo. Así en el tema de las relaciones sexuales:
- Hay parejas que empiezan su actividad sexual antes del matrimonio, para ver si son "compatibles".
- Parejas que empiezan a vivir juntos antes de casarse porque es mejor "conocerse" en todos los aspectos de la vida.
- Que utilizan métodos anticonceptivos, porque es mejor que abortar.
- Que si lo anterior no funciona, es mejor abortar que traer al mundo a un hijo al que no vas a poder atender o que te va a fastidiar el equilibrio que has alcanzado en tu vida.

El "mal menor" es un mal y por más que lo carguemos de buenas razones, no deja de ser un mal.
¿Por qué no buscamos siempre elegir el bien? ¿Por qué no elegimos siempre con generosidad, con bondad, con la alegría de saber que eliges lo correcto, con convencimiento, con amor?.
¡Claro que, a veces, surgen dudas sobre que elegir! Pero ante una situación así, elijamos no lo que más nos convenga a cada uno de nosotros, sino lo que más conviene al otro.

Ante el problema de una decisión de abortar o no, en caso de peligro de muerte para la madre, me conmueve y es para mi un ejemplo a imitar la decisión de la madre de dejarse morir por su hijo. Me recuerda a ese supremo sacrificio de quien dio su vida en rescate nuestro. "No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos" ¡Ese es el bien mayor a elegir!

Ciao.

3 comentarios:

releante dijo...

Me ha encantado tu post, estoy plenamente de acuerdo, el mal menor, es al final el mayor mal. UN abrazo y gracias por este precioso post.

lojeda dijo...

Muchas gracias a ti por tu visita y comentario. Un abrazo y pasa por aquí cuando quieras.

Anónimo dijo...

Creo que gran parte de los abortos son por ese halo de superioridad moral dado por aquellos que no tienen esos problemas, aquellos que no tienen esas problemáticas, creo que el mejor antídoto contra el aborto es el amor, y no hablo de hombres y mujeres sino de prójimos, de tener el amor suficiente de conversar con los hijos y amigos sobre la sexualidad, de no creernos mejor porque no "pecamos" de no juzgar las decisiones difíciles sino tratar de apoyar como es el mandato bíblico y dejar a Dios que juzgue que es el único que puede en realidad hacerlo. Por cierto, no tengo mamá y créeme que crecer sin una no es algo maravilloso. Y es posiblemente que hubiera dado mi vida por ella si me hubiera consultado....