miércoles, 11 de diciembre de 2013
¡Que no nos deslumbren las luces!
Sin darnos cuenta ya hemos entrado en el mes de diciembre y las luces empiezan a iluminar cada noche nuestras ciudades y los anuncios de la tele ya nos hablan de regalos.
La Navidad se acerca pero no nos dejemos deslumbrar demasiado pronto.
Estamos en Adviento.
Cada año Dios decide re-nacer en nuestro corazón. Él, quiere volver a entrar en la historia del mundo a través de cada uno de nosotros.
Y lo hará haciendo morada en lo más frágil de cada uno; en nuestras miserias y pequeñeces, en nuestros límites y pecados. En aquellas partes de nosotros que no nos atrevemos a mirar, allí es donde Dios ha decidido encarnarse.
El Adviento es por tanto una oportunidad para preparar "nuestro portal de Belén" para su llegada.
Es tiempo de conversión y esperanza, de reconciliación y paz, es tiempo de certeza y vigilia. Es tiempo de presencia y espera.
Ciao.
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