miércoles, 15 de enero de 2014

Sobre la depresión



La clave para ayudar a una persona con depresión es el amor y la oración.

Las personas que cuidan de los enfermos deprimidos deben ayudar a recuperar la propia estima, la confianza en sus capacidades, el interés por el futuro, las ganas de vivir.

Por eso, es importante tender la mano a los enfermos, hacerles percibir la ternura de Dios, integrarlos en una comunidad de fe y de vida en la que se sientan acogidos, comprendidos, sostenidos, dignos, en una palabra, de amar y de ser amados.

Son de gran ayuda, la lectura y la meditación de los salmos, el rezo del rosario, la participación en la Eucaristía, fuente de paz interior.

Es importante ser conscientes de las repercusiones que tienen los mensajes transmitidos por los medios de comunicación sobre las personas, al exaltar el consumismo, la satisfacción inmediata de los deseos, la carrera a un bienestar material cada vez mayor.

Es necesario proponer nuevas vías, para que cada uno pueda construir la propia personalidad, cultivando la vida espiritual, fundamento de una existencia madura.

Papa Juan Pablo II en XVIII Conferencia Internacional sobre La Depresión, promovida por el Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud.

Ciao.

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