domingo, 16 de febrero de 2014

Carta de una madre (El Aviso)



Hace unos días me llamaba un amigo para que le ayudara a redactar la introducción a la lectura de una carta que una madre dejó escrita a sus familiares, cuando veía que se acercaba la muerte. La familia le pidió a mi amigo que la leyera en la misa funeral.
Quiero reflejarla aquí, porque me emocionó cuando me la leyeron. Denota la serenidad que da la Fe y de cómo debemos afrontar la muerte cuando se asoma a nuestra vida.

Ésto dijo mi amigo para dar introducción a la carta:

Querida Mari: 
Como verás cumplo con tu deseo. Ahora, en este momento, les leeré a tu familia y amigos la carta que tú dejaste escrita desde el hospital hace unas semanas, cuando ya intuías que pronto te irías a los brazos del Padre. Carta que anoche me entregaban tus hijos, para que hoy, tal y como tú querías, pusiera yo voz a estas palabras. 

Este escrito Mari lo ha titulado: “Aviso”.

Hace una semana me dieron un aviso, sé que tenía que emprender un viaje el cual tenemos que hacer todos y solos.
Me he puesto a hacer el equipaje para presentarme ante Dios y estar preparada, y en mi equipaje me llevo todo el amor de mi marido, el inmenso amor de mis hijos y mis hijos “postizos”, que son mi nuera y mis yernos, que los considero mis hijos también, el amor de mis nietos que son 8 ángeles que DIOS me envió para disfrutar con ellos.

Luego también el amor de mis hermanos y hermanas, mis sobrinos y sobrinas que también me han demostrado su cariño, y por último, los de los amigos que son muchos y siempre me han mostrado su amor y amistad.
Espero que DIOS cuando me pregunte que me traes, le diré el amor que sembré y el amor tan grande que he recogido.
Una madre cuando su hijo la llama llorando acude enseguida para saber lo que le ocurre, lo coge en sus brazos y trata de consolarlo, lo acurruca, lo consuela y lo tiene en sus brazos hasta que el niño se
tranquiliza, porque se siente seguro en esos brazos que tanto quiere.
Por eso os recomiendo que cuando estéis sufriendo por enfermedad o estéis en apuros, o tengáis miedo, acudáis a la Madre del cielo, la Madre de Jesús y Madre Nuestra, y pedirle que os acoja en sus brazos y os cubra con su divino manto y os consuele cuando tengáis miedo, que es lo que yo hago, y siento que me da fuerzas para seguir luchando.

Mari tu deseo se acaba de cumplir, cuida de todos nosotros desde el cielo y que nunca olvidemos, como tú lo has hecho, el amor y la protección materna de Nuestra Madre, la Virgen María. 
Rezamos todos juntos…..DIOS TE SALVE MARIA, LLENA ERES….

Ciao.

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