lunes, 19 de mayo de 2014
No desprecies lo que eres, por no ser cuanto quieres ser
Un rey fue hasta su jardín y descubrió que los árboles, arbustos y flores se encontraban mustios y estaban muriendo de tristeza.
Intentando encontrar la causa de tal drama el rey fue preguntando uno a uno a uno a los pobladores del jardín.
El Roble le dijo al rey que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
Volviéndose al Pino, lo halló alicaído porque no podía dar uvas tan sabrosas como la Vid.
Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.
La Rosa, al fin, lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble.
Entonces encontró una planta, una Fresa, floreciendo y más fresca y lozana que nunca.
El rey preguntó:
- ¿Cómo es que creces saludable en mitad de este jardín mustio y sombrío?
- No lo sé, mi rey. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresas. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. Y en el momento en el que entendí aquello me dije: "Intentaré ser solo fresa, pero de la mejor manera que pueda. Intentaré ser la mejor fresa del mundo".
Ciao.
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