sábado, 9 de agosto de 2014

¿Nos creen cuando nos confesamos católicos?


Amigos, debemos ser coherentes en nuestra vida diaria con nuestra identidad cristiana, porque solo así se podrá transmitir con convicción el mensaje de Cristo a los hombres de hoy.

Es impensable, que un político cristiano no dé testimonio de los valores contenidos en el Evangelio. Es incomprensible que un empresario católico no viva en el campo de la empresa su condición de cristiano. Es inaceptable que un sindicalista, un obrero, no viva en el campo de la vida laboral su condición de cristiano y no haga visible la realidad de Cristo resucitado entre nosotros.

Vivimos lo que profesamos, la Iglesia necesita discípulos y misioneros de Jesús para ser signo de comunión con Dios y entre los hombres en estos tiempos tan revueltos.
Debemos ser puente entre un Dios que se quiere comunicar con los hombres y quiere comunicar todo su proyecto de amor.
Cristo es sacramento del encuentro de Dios con los hombres y de los hombres entre sí, y así es también la Iglesia y esa es la tarea de todos los cristianos.

¿Qué tenemos miedo? ¡Pues claro! Somos débiles, por eso ponemos nuestra esperanza en el Señor, no en las fuerzas humanas, no en las capacidades personales, cuanto más bien en la gracia de Dios.

Ciao.

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