Caminar con María

Caminar con María es descubrir la vida como un regalo de Dios, reconocer que hemos sido pensados con cariño para un propósito, para una tarea, para una vocación; que estamos llamados a hacer camino, a abrir horizontes de esperanza, a dar nuestro propio "sí" a la invitación que Dios nos hace de construir un mundo mejor.
Caminar con María es aprender a asumir los retos con valentía, es descubrir los obstáculos como oportunidades, es transformar lágrimas en sonrisas, ilusiones rotas en sueños nuevos, rencores en capacidad de escucha, perdón y acogida.
Caminar con María es vivir con el corazón a puertas abiertas para sentir al otro no como un extraño, no como alguien ajeno sino como un hermano, como alguien querido que importa, que nos duele, que nos es necesario.
Caminar con María es comprender que la vida se engrandece dándola, que servir es reinar, que amar es la mejor manera de grabar para siempre nuestra huella en la historia y en la eternidad.
Caminar con María es sembrar con paciencia, es construir la vida en virtudes e ideales altos, nobles, buenos; es confiar como niño y soñar como joven sin temor a los retos, afrontando los miedos porque una Madre nos acompaña, nos consuela y anima a ir siempre adelante, para ser diferentes, para dar vida al mundo.
Caminar con María es lanzarse a una aventura que empieza en la tierra y culmina en el cielo.
Toma su mano, camina a su lado...

Padre Guillermo Serra, L.C.

Ciao.