lunes, 29 de septiembre de 2014
Cinco formas incorrectas de corregir
La corrección fraterna es una de las mayores caridades que podemos tener con los demás. Pero si se hace mal, lo que podría ser caridad se convierte en pecado, y la fraternidad se rompe.
La única forma de hacerlo bien es la del Evangelio:
"Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos."
1.- Si no lo has tratado como a un hermano:
Si has actuado movido por la ira y lo has tratado como a un energúmeno, lo que has hecho es pecado y no virtud.
2.- Si no ha pecado:
Si le corriges por la sencilla razón de que lo que ha hecho te molesta a ti, aunque no ofenda a Dios, tu corrección es egoísmo y no caridad.
3.- Si no le has reprendido:
Si en lugar de reprenderle le has dado la razón. Convendrás en que has pecado tú con él.
4.- Si no lo has hecho a solas:
Si además de vosotros dos había otros diez enterándose de todo, lo que has hecho es abochornarlo.
5.- Si no ha sido entre los dos:
Si has denunciado el pecado en presencia de otros y a espaldas de tu hermano? Lo que has hecho es murmurar.
Corregir, sí, pero siempre con la caridad de la que nos habla Jesús.
Ciao.
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