viernes, 5 de septiembre de 2014

Decálogo educativo de la televisión


Vuelve la rutina, el cole, los deberes... y la tele. Por eso, te recordamos este Decálogo del padre Miguel Carmena, legionario de Cristo y experto en televisión, con consejos a los padres:

1.- No dar a la televisión un puesto de primer plano en la educación de los hijos. Hay otras muchas actividades, valores, relaciones, compromisos más importantes que no se deben dejar por la televisión. Acostumbrar a los niños y a los mayores a prescindir de la televisión, en función de otros intereses mayores.

2.- Usar la televisión con moderación. Educar en una recta jerarquía de valores, donde la televisión aparezca como un medio más entre otros medios de descanso, una vez cumplidos los principales deberes.

3.- Informarse bien sobre los programas. Buscar en las páginas de periódicos y revistas los juicios y orientaciones sobre la programación, eligiendo lo que se crea más conveniente para los distintos fines: educativo, descanso, etc.

4.- Elegir con conciencia y sentido de la responsabilidad. Tener en cuenta a la hora de elegir aquello que puede dañar a los niños o a nosotros.

5.- Seguir con regularidad los programas positivos que ayudan a crecer en familia. Así se enseña a elegir a los niños.

6.- Educar y educarse para tener un sentido crítico. Enseñar a valorar lo que es bueno, mediocre o negativo.

7.- Ser promotores de lo que consideramos formativo. Hacer publicidad ante los hijos, amigos y conocidos de aquello que consideramos útil y de buena calidad.

8.- Ser responsable de la educación televisiva. Los padres de familia deben ser los que guíen a sus hijos en este saber ponerse ante el televisor.

9.- No ver la televisión solos, buscar la compañía de otros. No dejar a los niños solos ante el monitor de televisión. Es importante este consejo en la acción educativa de discutir, expresar valoraciones y juicios, etc.

10.- Hacer llegar nuestros juicios a los emisores. Muchas veces los emisores creen que todo el mundo piensa como ellos y no es real. Valorar lo bueno y señalar los errores y lo negativo, según los efectos que produce en nosotros o en nuestros hijos, puede ser muy útil. Utilizar el correo o el periódico.

Estos diez mandamientos se encierran en dos: Tener como prioritaria la educación de los hijos; y no contentarse sólo con entretenerlos a cualquier precio.

Padre Miguel Carmena

Ciao.

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