viernes, 21 de noviembre de 2014
La puerta ancha, la puerta angosta
Sin duda al ver esta imagen que he partido en dos, me recordé de aquella obra maestra de San Luis Grignion de Montfort:
"Carta a los amigos de la Cruz"
Les resumo un poco donde San Luis habla de los dos caminos:
1. Los de JESÚS:
"Suben por un camino estrecho y angosto como nunca a causa de la corrupción del mundo. El buen Maestro va delante, descalzo, la cabeza coronada de espinas, el cuerpo ensangrentado y cargado con una pesada cruz.
Sólo le sigue un puñado de personas: Las más valientes.
No se escucha su voz en medio del tumulto del mundo porque se carece del valor necesario para seguirlo en la pobreza, los dolores y humillaciones y demás cruces que es preciso llevar para servir al Señor todos los días...
¡Animo!, gritan. ¡Animo! Si Dios está con nosotros, en nosotros y delante de nosotros, ¿Quién estará contra nosotros? El que está en nosotros es más fuerte que el que está en el mundo.
2. Los del mundo y del demonio:
"Es el bando más nutrido, el más espléndido y brillante -al menos, en apariencia.
Lo más selecto del mundo corre hacia él. Se apretujan, aunque los caminos son anchos y más espaciosos que nunca... Están bordados de placeres y diversiones, cubiertos de oro y plata...
Para incitarse a perseverar en su malicia sin escrúpulos, gritan todos los días: ¡Comamos, bebamos, cantemos, bailemos, juguemos! Dios es bueno y no nos creó para condenarnos. No nos condenaremos por eso. ¡Fuera escrúpulos! No morirán".
Es interesante que ése "No morirán" lo dijo el demonio a Eva para engañarla.
Bien decía San Juan de Ávila:
“Oh, pecado, ¿Por qué nunca nos dices en qué vamos a terminar?"
Termino con estas palabras de San Luis que pone en boca del SEÑOR:
"Tengo aparentemente muchos amigos que aseguran amarme, pero en el fondo me aborrecen, porque no aman mi cruz. Tengo muchos amigos de mi mesa y muy pocos de mi cruz".
www.semperfiat.com
Ciao.
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