lunes, 2 de febrero de 2015

La gracia del momento presente


Pasa muy rápidamente la gracia. Somos seres inmersos en el tiempo, por eso tenemos que aprovechar cada momento. Uno a la vez, un instante tras otro, vamos en ascenso hacia la eternidad. Como nos aprieta nuestra temporalidad, necesitamos valernos de ella al máximo, sabiendo sacar lo mejor de cada momento.
Esas inspiraciones, esos buenos deseos, esa mirada hacia lo alto que nos pone más allá de todo lo caduco… Todas esas gracias hay que aprovehcharlas al vuelo.

La ocasión para esa sonrisa que pudiste ofrecer, ese poco de solidaridad que pudiste practicar, esa oración que dejaste de elevar a Dios, ya no volverán. ¡Que no recordemos cómo transcurrió nuestra jornada dándonos cuenta con pesar de todas las ocasiones que perdimos de haber vivido en el amor!

Nosotros, que estamos expuestos a tantos requerimientos, a tantas llamadas internas y externas, podemos experimentar  dificultad para orar, para concentrarnos en la meditación y alcanzar una contemplación límpida y sostenida. Por eso, no desaprovechemos esos instantes luminosos con los cuales podemos llenar nuestro día de una aspiración sincera hacia Dios.
Gota a gota esta práctica irá horadando la corteza de nuestro propio corazón endurecido y lo llenará de los regalos que el cielo nos quiere otorgar.

(Revista “Palabra y Vida”)

Ciao.

No hay comentarios: