"No vale la pena arreglarlo, es mejor comprar otro". Comprar, tirar, comprar. Cada vez es menos frecuente arreglar las cosas. Y muchas veces se fabrican sabiendo cuándo se van a estropear. Pero sin preocuparse de si se pueden arreglar, o siquiera reciclar.
Y nosotros estamos subidos en ese carro, muchas veces sin poder evitarlo. Empezamos a darnos cuenta de que el mundo también está herido, y hay que sanarlo.
La Reconciliación de Dios con los hombres, que comenzó en Jesús, abarca también a la Creación.
San Ignacio nos cuenta cómo la Trinidad, mirando al mundo, decidió hacer Redención de él (Ejercicios Espirituales 101).
No decidió tirar la humanidad a la basura y comprarse otra. Nos dio una nueva oportunidad, y nos la da cada día, porque nos ama.
La Creación es un regalo de Dios. Quien recibe algo y lo agradece, lo sabe aprovechar, porque lo valora en profundidad.
¿Nos hace nuestra cultura menos agradecidos?¿Podemos imaginar otras formas de vivir, de consumir, desde el agradecimiento y el compartir?
Espiritualidad ignaciana
Ciao.
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