sábado, 29 de agosto de 2015

“Aprender a pensar sintiendo"



Muchas veces a lo largo de nuestra vida, hemos escuchado o leído la necesidad de pensar antes de hablar o hacer tal o cual cosa guiados solo por la razón o por la emoción.
Dividiendo en muchos casos, sentir por un lado y pensar por el otro. Emoción y razón.
¿Es posible que nuestras emociones nos engañen y compliquen nuestra equilibrada y racional vida?
Hasta donde las decisiones que tomamos son o no impulsadas por nuestros sentimientos?
¿Somos realmente pura racionalidad?
Son pura y simple emoción irracional la alegría, el amor, la tristeza, el gozo y tantos sentimientos que colorean nuestra vida?
“Es con el corazón como vemos correctamente; lo esencial es invisible a los ojos” (Antoine de Saint-Exupery).
Hoy gracias a las nuevas investigaciones y aportes de distintos especialistas, podemos comprender que al momento de decidir y actuar nuestros sentimientos cuentan tanto como el pensamiento.
No hay elementos racionales o emocionales puros. No somos pura emoción o pura razón. Somos una amalgama de ambos.
Y en ultimo termino somos en esencia inteligencia emocional.
Una inteligencia que ve mas alla de la apariencia y las circunstancias.
Descubre y ve lo esencial de la vida en cada momento y así busca lograr una existencia feliz.
Una inteligencia tal que supera todo frío y calculador entendimiento porque lo guía la fuerza del amor, que es mucho mas que una simple o desgastada emoción. Es la razón de ser de nuestra existencia y el motor de toda inteligencia emocional para ver lo esencial.
“Ama y haz lo que quieras” (San Agustin)

Fabián Nuñez

Ciao.

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