lunes, 7 de septiembre de 2015

El dolor como esperanza



¿Cómo asumes las pruebas de la vida?

Generalmente siempre agradecemos a Dios por los beneficios que nos concede, por hacer que las cosas nos salgan bien, pero, ¿Cuando llega la prueba permanecemos en esa misma actitud o por el contrario nos quejamos y protestamos?
Si somos capaces de elevar los ojos al cielo y agradecer nuestro sufrimiento uniéndolo al de Cristo, la cruz será para nosotros un signo de esperanza, un puente que nos servirá para ir acortando distancias hasta el cielo.
Cuando lo asumimos con amor, el dolor nos quita lo superficial, nos arraiga en lo fundamental, nos purifica, pero sobre todo nos vacía de nosotros mismos para llenarnos de Dios... Así que el dolor es la mejor oportunidad para ser felices porque nos conduce hacia una posesión más plena del Señor y a una mayor intimidad con Él.
¡Demos gracias por ello!

Padre Guillermo Serra, L.C.

Ciao.

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