martes, 20 de octubre de 2015

Evangelizar con humildad: Un desafío para quien comenta en las redes sociales



La verdad es una sola, o no es verdad. El problema es la arrogancia de quien dice que la defiende.


“Id a todo el mundo y predicad el Evangelio a todas las criaturas”, nos autoriza y nos empuja a llevar la Palabra de Dios a todos, una cosa muy noble que todo católico debe hacer.

Al contrario de lo que puede parecer a primera vista, la evangelización no es solo predicar y defender la Biblia. Es más que esto y puede verificarse en los gestos más sencillos.
La Virgen era una ama de casa, la Madre Teresa actuaba mucho más de lo que hablaba. Se evangeliza en las formas más variadas y más sencillas de la cotidianeidad.

También en esto, desgraciadamente, existe la tentación. La peor no es la pereza, la falta de conocimiento y la falta de valor. Lo que obstaculiza mayormente es la falta de humildad: Cuando la persona llega a un punto en el que: Para estar de parte de la Verdad, asume la actitud de quien tiene siempre la razón mientras que quien piensa de forma distinta está siempre equivocado. En ese momento ha dejado de ser un evangelizador.

Obviamente no existen dos verdades: La verdad es una sola, o no es verdad. El problema es la arrogancia. El mejor modo de evangelizar, e incluso, creo que es el único que funciona, es ser humildes. Papa Francisco nos da un bello ejemplo de esto.

Él, que siempre dice lo que piensa, usa una gentileza extrema cuando se relaciona con las personas y los problemas. No acusa a nadie, no ofende a nadie, escucha a todos con la misma paciencia y la misma calma y sus respuestas son ponderadas y tranquilas. Por esto llegan al mundo entero. Repite el ejemplo de Jesucristo que cuando se relacionaba con los más grandes pecadores no se ponía en la actitud de: “Yo tengo razón y tú estás equivocado”.

Un modo fácil para verificar este intento de evangelización arrogante se ve claramente en los comentarios de las redes sociales, sobre todo cuando se afrontan temas relacionados con la religión. No es necesario leer muchos comentarios para encontrarse con intercambios de acusaciones y ofensas. Se percibe la intención de defender puntos clave, pero cuando se superan los límites de la humildad y del respeto llegan las agresiones. Y no es necesario dar explicaciones teológicas para demostrar que esto no funciona. Basta pensar en el hecho de que a nadie le gusta ser agredido.

Evangelizar es una parte fundamental de la vida católica. La humildad es un aspecto fundamental de la evangelización.

JOÃO PEDRO STRABELLI (http://www.aleteia.org/)

Ciao.

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