La alegría parece ser un objetivo en el horizonte de todos nosotros.
Tal vez hemos escuchado varias pistas para encontrar la felicidad y caminar hacia una vida más plena.
Hay quienes recomiendan la vida en pareja, la creación de una familia, el éxito profesional o una vida integral donde se tome en cuenta nuestra mente, nuestro cuerpo y el espíritu. Todas las recomendaciones pueden tener certezas y nos pueden acercar al camino de la felicidad.
Pero existe una actitud ante la vida que nos asegura un estado de mayor confianza, generosidad y respeto hacia todo lo creado.
Esta actitud es una gracia y es una bendición, pero también es un ejercicio de nuestra voluntad. Se trata del agradecimiento, sólo por medio de él podemos estar disponibles y animados para dar un paso tras otro en el contexto actual de nuestra existencia.
Una persona profundamente agradecida es una persona feliz.
Espiritualidad Ignaciana
Ciao.
No hay comentarios:
Publicar un comentario