domingo, 14 de febrero de 2016
¿Falta algo?
Si Dios ha aterrizado en el mundo, es porque quiere elevar al hombre al mismo cielo.
Si Dios ha bajado al mundo, es porque quiere compartir con la tierra el regocijo del cielo.
Si Dios habla por Jesús, es porque Dios quiere ser, además de escuchado, contemplado
Si Dios se involucra en la fiesta del mundo, es porque sabe que le falta alegría al hombre.
Si Dios pone vino bueno al final de una fiesta, es porque nosotros solemos ofrecer, aquel otro que pronto se acaba y a veces se avinagra.
Si Dios tarda en transformar algunas cosas de la tierra, es porque el hombre se resiste a ofrecer sus manos.
Si Jesús no es invitado a muchas fiestas, es difícil que llegue el vino para todos.
Si Jesús no es acogido desde la libertad, El no se va a imponer por la fuerza
Si Jesús no es invitado a las bodas de la fiesta del mundo, siempre diremos aquello de : ¡Falta algo! ¡Falta alguien!
Por ello mismo, porque queremos que todo este a punto,
¡Ven Señor a nuestra fiesta!
¡Cambia el agua de nuestra tristeza en vino de eterna alegría!
¡Transforma la fiesta postiza en alegría auténtica de corazón!
No me extraña que, muchas fiestas de hoy, en las que lo divino queda relegado, humillado o ridiculizado todo sea cansino, aburrido y emborrachado por lo ideológico.
No me extraña que, muchas fiestas de hoy, aun pletóricas de vino de primera les falte aquel otro de solera: el licor de las entrañas.
Si hacemos lo que "algunos nos dicen" acabaremos convirtiendo este mundo nuestro en bodas sin vino, pan, alegría ni agua.
Javier Leoz Ventura
Ciao.
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