jueves, 3 de marzo de 2016

La rutina de cada día


Pasan los días y no nos damos cuenta. Nos levantamos para continuar con el ritmo de siempre, en el trabajo, el colegio, en casa, o estudiando,... La rutina de cada día.
Van pasando los días y puede que nos preguntemos ¿Y qué hago aquí? o ¿Qué estoy buscando? Estamos pasando desapercibidos del resto del mundo.
Pero si nos fijamos en Jesús, nos damos cuenta de que casi toda su vida pasa completamente desapercibido, como uno de tantos. Un tiempo necesario que podemos contemplar en la segunda semana de Ejercicios Espirituales.
Es una invitación a esperar; dejar tiempo para crecer, para ir aprendiendo, madurando, soñando. Es una invitación a confiar. Confiar en aquellos con los que nos cruzamos cada día. Porque éste es el tiempo para los demás. Y también es una invitación a vivir, cada día, como si fuese único. Porque realmente es cada día cuando nos jugamos la vida.

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.

No hay comentarios: