jueves, 16 de junio de 2016

Las virtudes humanas


Hace tiempo aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único en la que no podemos retroceder.
¿Cuál puede ser una vida que comienza entre los gritos de la madre que la da y los lloros del hijo que la recibe?
Queridos amigos, hoy quiero que todos seamos conscientes de la responsabilidad que implica el criar y educar a un niño en armonía con las virtudes humanas.
No podemos olvidarnos que los niños son como esponjas que absorben todo, que nuestros actos y palabras son modelos a seguir para ellos, y que el resultado de su infancia condicionará el resto de sus vidas. Educar en el amor. Educar en nombre de Dios.

Ciao.

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