lunes, 21 de noviembre de 2016

7 consejos para aumentar la resiliencia de los niños



 ¿Cómo aumentar la resiliencia de los niños?

El concepto de resiliencia no es nuevo, aunque actualmente se utiliza más este término para hablar de esta increíble capacidad del ser humano. La resiliencia puede definirse como la capacidad de enfrentarnos de forma eficaz para superar las adversidades y fracasos, como por ejemplo un trauma, situaciones estresantes, una pérdida personal, etc.

No fue hasta hace 30 años que Boris Cyrulnik, francés de origen judío, neurólogo, psiquiatra y psicoanalista y autor entre otras obras del libro Los patitos feos. La resiliencia: una infancia infeliz no determina la vida, cuando este concepto comenzó a cobrar la importancia que hoy tiene. Este autor empezó a estudiar la resiliencia a partir de la experiencia personal de haber sufrido una infancia muy triste e infeliz,sobre todo, a partir de perder a sus padres cuando fueron deportados en la Segunda Guerra Mundial.

Factores que promueven la resiliencia:

Los factores que promueven la resiliencia pueden ser internos como tener una personalidad luchadora, ser una persona activa, con capacidad de reflexión, de amar y de tener confianza en las personas. Pero también, generan la resiliencia los factores externos como tener una familia o tutores de apoyo y una red de relaciones afectivas de amigos y compañeros de clase.

La APA (Asociación Americana de Psicología - American Psychologycal Association) ha publicado en su web la Guia de resiliencia para padres y profesores, en la cual ofrece una serie de recomendaciones para que los niños y adolescentes aprendan a desarrollar su resiliencia, teniendo en cuenta que los padres y profesores tienen un papel importante para ayudarles a fomentarla.

Algunas de las recomendaciones propuestas por la APA para mejorar la resliiencia son:

1. Establecer relaciones sociales:
Ayudarles a tener unas buenas redes familiares y de amigos para darles apoyo en posibles decepciones o fracasos que tengan.

2. Autocuidarse:
Si los padres son un modelo de aprendizaje para sus hijos en los hábitos saludables de la alimentación, de hacer ejercicio, descansar y tener tiempo libre, etc. les ayudaremos a controlar el estrés y el que se mantengan equilibrados.

3. Cultivar una autoimagen positiva:
Animarles a recordar situaciones pasadas que las pudieron superar aunque con esfuerzo y dificultades. Es importante comentarles que es necesario tomarse la vida con humor y que en ocasiones puedan reírse de ellos mismos. Ver los casos con perspectiva y actitud positiva les permitirá avanzar en momentos difíciles.

4. Ver las cosas en perspectiva de futuro:
Cuando nuestros hijos se enfrentan a una situación que les provoca sufrimiento, los padres debemos enseñarles a que vean la situación problemática con una visión más amplia y de que un futuro seguramente se resolverá.

5. Aceptar que el cambio forma parte de nuestra vida desde que nacemos:
En función del desarrollo del niño y de la etapa escolar en que se encuentre, debemos explicarles que nuestra vida está llena de cambios y que debemos adaptarnos a ellos.

6. Establecer metas:
Los niños pueden aprender a fijarse objetivos razonables y realistas para conseguirlos poco a poco. Si éstos son difíciles de alcanzar, una vez valorados, podemos cambiarlos por otros que sean más fáciles, asequibles o realistas.

7. Reforzar los resultados positivos:
Los padres no deben olvidar de reconocer y reforzar positivamente los resultados adecuados que nuestros hijos consiguen. Muchas veces nos centramos solamente en recriminarles los fracasos, sin elogiarles los logros que van consiguiendo.

De todos los fracasos o momentos difíciles siempre podemos obtener una "lección" o aprendizaje. Hay que explicarlo a nuestros hijos que en cualquier situación podemos extraer la parte positiva que seguro que la habrá, intentando desdramatizar la situación.

Mercedes Corbella. Psicóloga.

Ciao.

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