lunes, 28 de noviembre de 2016

¿Adviento? ¡Despertador de amodorrados!



Tenemos un serio problema: La Navidad se ha convertido para muchos de nosotros en "más de lo mismo".
Comercio, consumo,superficialidad y ruido han invadido el MISTERIO que en esos días, hasta no hace muchos años, era además vivido en familia.
A mí, personalmente, me preocupa muy poco aquellos que se han distanciado de lo sagrado; aquellos que sólo lo perciben desde una connotación festiva y punto.
A mí, como cura, me preocupa cómo la vivimos esos cerca de diez millones de personas que, hoy por hoy, seguimos asistiendo a misa los domingos en España.
A mí, como cura, me preocupa qué tipología de adornos colocamos en nuestras casas cristianas, en sus ventanas y en sus balcones.
Los del Real Madrid lucen banderas blancas en sus domicilios, los del Barca, Osasuna, Sevilla, Betis y centenares más aquella que les define y les hace sentirse...Orgullosos.
¿Y los cristianos? ¿Qué lucimos? ¿Se nota -en lo exterior- a qué "equipo" pertenecemos?
Antes de ayer veía el encendido navideño del laico París (estrellas, ángeles y pastores). Alemania, Italia, Portugal, Polonia y muchos países incluso mucho más "progres" que España no tienen rubor alguno en sacar a la calle el sello y cimiento se su cultura: Pesebres, autos de Navidad, representaciones, conciertos, certámenes o elementos decorativos que dicen eso: Que es Navidad y no solsticio de invierno o falta de respeto a otras religiones.
El ADVIENTO, hoy más que nunca, nos hace caer en la cuenta de Aquel que vino, que viene y que vendrá. Y, ante los que pretenden acallar el RUMOR DE DIOS no cabe otra cosa sino la reacción, sincera, valiente y profética, de los que creemos en una Navidad Santa y Divina.
¿Que a algunos no les gusta? Lo tienen fácil: Que no la celebren. Pero que a los demás nos dejen simplemente en paz.
Y es que, el ADVIENTO, también es un despertador del católico acomplejado y amodorrado.

Javier Leoz Ventura

Ciao.

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