viernes, 7 de abril de 2017

Pedir perdón



La culpa empequeñece y oscurece los más nobles sentimientos de aquellos que nos decimos cristianos.
Pedir perdón en el contexto social en que nos encontramos, a más de uno, le puede resultar signo de debilidad.
En cambio para un creyente es un claro exponente de la riqueza de su fe: “Errar es humano...perdonar es divino” (William B.Pope). O dicho de otra manera: Cuando perdonas DIOS gana.
Cuando jugamos a ser “dioses” llegamos a creer que son los demás los que se equivocan y que tendrían que ser ellos los que busquen razones para recuperar el amigo perdido. En cambio, cuando nos miramos en el espejo de la Fe, llegamos a comprender que no hay obstáculo insalvable ni entendimiento imposible.
Aquí, excepto DIOS, nadie es infalible como para no ir al encuentro del otro. Merece la pena intentarlo de nuevo.
Es positivo descargar de nuestro interior el virus de la amargura y la bacteria del rencor.
En la medida que damos, DIOS derramará sobre nosotros, y con creces, otro tanto.
El metro de DIOS para con nosotros no tiene principio ni fin. El nuestro, para con los demás, comienza en el centímetro “0” y termina según como y quién sea el ofendido o el agresor.
Vayamos hacia la Pascua.

Padre Javier Leoz Ventura

Ciao.

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