domingo, 30 de julio de 2017

Fuerza y esperanza en Dios



¿Cuántas personas deambulan por ahí que no tienen quien los escuche y mucho menos quien les tienda una mano cuando están atravesando por momentos difíciles?

Ellos necesitan saber que Dios se interesa por ellos y que si claman a él, serán escuchados y atendidos.

Nosotros que lo sabemos, bendecimos a Dios por lo que él hace con nosotros y por esto debemos compartir la esperanza que vive en nuestros corazones.

Ellos deben saber que Dios es nuestra fuerza y nuestro escudo y que sólo él es digno de toda confianza ya que él nunca nos ha fallado y de él hemos recibido todo lo que somos, hacemos y tenemos.

Así que con mucha alegría y agradecimiento dispongámonos a compartir con otros las maravillas y bendiciones que como hijos de Dios hemos recibido sin límites y sin medidas.

Ciao.

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