sábado, 30 de septiembre de 2017

“Dos minutos sin hacer nada”



Para aprovechar bien los Ejercicios Espirituales, san Ignacio recomienda hacerlos retirándose de la vida cotidiana y yendo a un lugar tranquilo, donde poner más atención y tener más libertad para escuchar la voluntad de Dios [20].
A alguno la mera idea le pondrá los pelos de punta: Silencio, soledad… ¡Qué miedo!
Fíjate si no en esta web: “Dos minutos sin hacer nada” es el sencillo desafío que nos propone. Parece poco, pero al intentarlo a lo mejor descubres que la inercia te lleva a mover el ratón o a curiosear en otra pestaña…
Nos cuesta mucho no hacer nada, poner la mente en blanco, retirarnos a la soledad y focalizar nuestra atención.
Puede que nos cueste porque no estamos acostumbrados (y, por eso, esta web puede resultar un buen entrenamiento).
Pero también puede que nos cueste porque barruntamos que en el silencio terminamos por escuchar la voluntad de Dios, un Dios que nos ama y que –precisamente porque nos ama– también nos exige: Nos exige conversión, compromiso, entrega.

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.

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