jueves, 19 de octubre de 2017
Necesitamos rezar
Los cristianos no rezamos porque nos sobra el tiempo, ni tampoco porque buscamos escapar de la realidad. Rezamos porque lo necesitamos. Necesitamos ir profundo.
Es cierto que las obligaciones abundan y que las responsabilidades de todos los días demandan mucho más que energía y esfuerzo. Pero insisto: Los cristianos no rezamos porque nos sobra el tiempo, sino porque lo necesitamos.
En el fondo, es una cuestión de prioridades. Porque los seres humanos somos hijos de nuestras decisiones; y cultivar la vida espiritual profunda es una decisión.
Es elegir destinar un tiempo significativo a una cosa –tal vez, la más importante– y restarle tiempo a otras.
La tentación puede ser querer hacer varias cosas a la vez y, en definitiva, no hacer nada.
Sería algo así como juntarse con alguien a tomar un café y conversar, pero a la vez querer resolver unos problemas del trabajo. O trabajamos, o compartimos la vida con el Amigo. En definitiva, en lo que nos toca a nosotros, es una cuestión de prioridades.
Espiritualidad Ignaciana
Ciao.
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