jueves, 21 de diciembre de 2017

Lo urgente y lo importante


Distinguir entre lo urgente y lo importante, lo principal y lo secundario, no siempre es fácil. Para ello es necesario estar activos en nuestro discernimiento. Porque acostumbramos a dar prioridad a lo que nos gusta, a lo que se nos da mejor o bien nos dejamos llevar por impulsos y arrebatos. O simplemente, damos a todo la misma importancia.
Actitudes que no siempre nos hacen optar de entre lo bueno por lo mejor. Por eso, es necesario afrontar que no todo es esencial.
«¿Dónde puedo ofrecer un mayor servicio?» «¿Dónde está el bien más universal?» o «¿Dónde hay una mayor necesidad?» son preguntas que pueden orientarnos a discernir mejor nuestro servicio.
Y siempre con una perspectiva de fondo que nos permita ver más allá del instante y que amplíe y dé consistencia a nuestra respuesta.
Todo ello, en definitiva, para poder servir mejor al Reino de Dios.

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.

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