lunes, 8 de enero de 2018

Año nuevo, nuevos deseos


Llega el nuevo año y seguro lleno de nuevos propósitos. Muchos de ellos surgen espontáneamente de un día para otro; otros los vamos pensando y rumiando con más detenimiento.
Quizás pensemos en cosas grande como cambiar de carrera, de trabajo, o incluso algunas más cotidianas como hacer un nuevo viaje, o frecuentar otros ambientes diferentes a los que hemos hecho hasta ahora. Pero es necesario preguntarse el por qué y el para qué de esos nuevos deseos.
San Ignacio habla en los ejercicios espirituales del “quiero y deseo” [98], como algo que moviliza y compromete a la persona, no como algo pasajero.
Este “desear” va a lo más profundo de nosotros mismos, al lugar donde Dios más íntimamente habita, para poder sacar fuera lo que Él nos habla en el interior.
Este ejercicio para Ignacio ha de hacerse para no engañarnos a nosotros mismos, ni buscar bienestar duradero allí donde sólo hay una fuente que se seca rápidamente.
Es en el fondo intentar poner todo mi querer en el Creador y Señor de todas las cosas.

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.

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