domingo, 4 de febrero de 2018
Contemplativos
Para ser contemplativos en la acción, debemos ser contemplativos en la oración, solo así nuestra oración tendrá frutos, y esto desde la centralidad del amor.
Así lo comprendía y compartía el P. Nadal a los primeros compañeros jesuitas en sus pláticas: “Se da en la oración una cierta gracia e ilustración; lo cual se realiza de muchas maneras. Pues no hay contemplación sin unión de amor, de lo contrario se ora sin fruto. Pero el principio y el fin de esto es el amor. A saber, con este acto: A mayor gloria de Dios y por plenitud de la caridad; de manera que lo que pido y busco quiera obtenerlo mediante la oración para mejor servir a Dios”.
Que desde la oración amorosa nos pongamos en camino, para ayudar a un mundo frágil que necesita tanto de nosotros.
Espiritualidad Ignaciana
Ciao.
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