La paciencia

A veces, por las circunstancias de la vida y de las relaciones humanas, todo el amor que deseamos poner en algo o en alguien, sólo puede ser traducido en la paciencia.
A veces toca estar y esperar; aceptar que el otro es distinto, que tiene procesos diferentes, un corazón con fortalezas y limitaciones diferentes….
En estos casos, podemos mirar al primer motor que nos conduce a aquello que anhelamos, EL AMOR, y pedir la gracia de que este amor sea más fuerte que todo el resto de los sentimientos y situaciones que nos atraviesan y nos roban la esperanza.
Que sea un amor que intente ponerse en el lugar del otro para entenderlo, y pueda guardar en el corazón y ofrecer aquello que no puede comprender.

Ciao.