Frente al miedo o la ansiedad que pueda provocarte un problema, no dejes de pensar en este proverbio tibetano :
"Si un problema tiene solución, no hace falta preocuparse. Si no tiene solución, preocuparse no sirve de nada."
En efecto si el problema puede arreglarse, entonces actúa rápidamente y haz lo necesario para solventarlo.
Si el problema está fuera de tu alcance, si no puedes controlarlo déjalo ir.
Acepta LO QUE ES (lo que hay) y no busques modificarlo. Cuando hagas esto dejarás de tener miedo o de preocuparte.
Ciao.
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