lunes, 4 de junio de 2018

Nuestra misión


Si somos cristianos es por un encuentro. No es la misma vida antes de conocer a Jesús que después.
Antes de saber que Dios mismo se encarnó por nosotros y desde la profundidad de la miseria humana, confiando en el Padre, nos salvó a través de la Cruz. No es lo mismo.
Nuestra vida se convierte en una misión. La misión de transmitir al resto de la humanidad la vida y hechos de Jesús.
Ser luz para otros. Misión que muchas veces será incomprendida pero no por ser falsa sino por ser excesivamente verdadera.
Es demasiado fuerte reconocer lo que Dios hace por nosotros y lo torpes que somos, a veces, con Él. La incompresión no es del mensaje sino de nuestra paradógica vida.
Ser testimonio del encuentro, del regalo de la alegría eterna, de la fortaleza en la tribulación, de la confianza en nuestro caminar.
Ser testimonio de esa verdad que, aunque desbordante, nos descubre el sentido de esta vida. Esa es nuestra misión.

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.

1 comentario:

Angelo dijo...

El escritor católico francés Bernanos preguntaba:
-«Cristianos ¿que habéis hecho de vuestra alegría?» Creo que basta responder a esa pregunta para saber que clase de testimonio estamos ofreciendo.