Comienza el Adviento, ese tiempo de preparación a la Navidad. Un tiempo, en el que esperamos la venida, el nacimiento del “Emmanuel” que quiere morar entre nosotros.
Es un buen comienzo para que vayamos tomando conciencia de que Jesús quiere entrar en nuestras vidas, que Jesús quiere estar a nuestro lado, que Jesús nos hace partícipe de su vida.
Ojalá que empecemos a construir en nuestro corazón un “pesebre” y seamos conscientes de ello. Que la vela que encenderemos cada domingo sea nuestro deseo de iluminar al mundo con nuestra propia vida al servicio del Evangelio.
ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO EN ADVIENTO:
¡Ven oh Espíritu Santo!: Te necesito en este Adviento.
Quiero que ilumines mi corazón como iluminaste el tierno y dulce Inmaculado Corazón de María, como iluminaste el corazón del Justo José.
¡Ven Espíritu Santo y enséñame a orar con el corazón!
¡Ven con Tu luz y limpia mi alma!
¡Ven y purifícame para que yo pueda recibir de nuevo en la próxima Navidad a Jesús!
Te pido perdón por los errores que cometí en este año que termina, por no abrirme a la fe como debí.
Te pido que me enseñes a humillarme y buscar como debo el sacramento de la Reconciliación y de esta forma prepararme debidamente para la próxima Navidad.
No quiero ser egoísta y por lo que deseo permitirle a Jesús visitar mi corazón: Que Él me enseñe nuevamente Sus Mandamientos.
Sin Tu ayuda Espíritu Santo no seré capaz.
¡Ven Espíritu Santo!
¡Ven por María!
¡Enséñame a recibir a Jesús como Rey y Señor en esta Navidad! Quiero que triunfe Él en mi, frente a las tinieblas que me rodean: Que Él sea mi paz, Mi Luz y mi Amor.
Ciao.
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